La junta general de accionistas de Agroseguro, celebrada este jueves, ha aprobado las cuentas del ejercicio 2017 y el informe de gestión del cuadro de coaseguro. La contratación de los seguros agrarios combinados ha cerrado el ejercicio con unas primas imputadas de 660,80 millones de euros, correspondientes a la suscripción de 425.987 pólizas y con un valor de producción asegurada que en 2017 ha alcanzado la mayor cifra registrada en la historia del seguro agrario, con más de 13.660 millones de euros.
Este dato supone un leve descenso de las primas imputadas (las correspondientes a riesgo del propio año 2017) de un 2,07%. Sin embargo, las primas devengadas (contratadas en 2017, aunque en parte correspondientes a riesgo de 2018) reflejan, con datos a 31 de enero de 2018, un crecimiento cercano al 11%, hasta los 733,55 millones de euros. Ello es debido a que al final del ejercicio se produjo un fuerte incremento de la contratación de los seguros con garantía de sequía en cultivos herbáceos para la cosecha 2018, cuyo causa, junto con la severa sequía del año, está en la escasez de lluvias que, de nuevo, se mantuvo durante el otoño, lo que ha generado incertidumbre también sobre la siguiente cosecha.
La siniestralidad es el apartado en el que destaca de manera más significativa el ejercicio 2017, con 745,74 millones de euros, la segunda cifra más elevada de la historia del seguro agrario (un 52,88% más que en el ejercicio precedente).
La meteorología ha resultado muy adversa para el sector agrario a lo largo de todo el año, siendo lo más destacable la situación de sequía generalizada causada por una prolongada escasez de lluvias y temperaturas más elevadas de lo normal en muchos momentos del año, que afectó especialmente a los cultivos herbáceos, que acumularon una siniestralidad de 230 millones de euros; las importantes heladas ocurridas en los últimos días del mes de abril, que causaron daños sobre todo en viñedo en todas las DO importantes, con unas indemnizaciones de 74 millones de euros; y los habituales y reiterados pedriscos entre los meses de mayo y septiembre, que acumularon 108 millones de euros.
En total, en el año se atendieron más de 1,6 millones de siniestros, de los cuales 129 mil correspondieron a producciones agrícolas y 118 mil a ganaderas, a lo que se añaden los casi 1,4 millones de servicios de retirada y destrucción de animales muertos en la explotación. Sobre todo llama la atención la cifra agrícola, que representa un 41% más que en el año anterior.
En estas circunstancias, el ejercicio ha requerido un notabilísimo esfuerzo de gestión en la planificación y realización de las labores de tasación y tramitación de los daños –donde la red de peritos independientes ha hecho gala de una dedicación más que encomiable–, lo que ha permitido anticipar las indemnizaciones en una campaña tan dura para buena parte de los asegurados.
A resultas de todo ello, el resultado técnico del negocio, negativo en 23,25 millones de euros, ha requerido aplicar la Reserva de Estabilización para mantener un resultado del coaseguro de 10,2 millones de euros. La reserva ha quedado reducida a 57,55 millones de euros.
Frente a situaciones como las descritas anteriormente, Agroseguro ha sabido responder ante agricultores y ganaderos con eficacia y rapidez y con la profesionalidad que demuestra cada año, así como una solvencia que ha permitido realizar el pago de las indemnizaciones a los asegurados con siniestro en un plazo no superior a 50 días.