El Gobierno ha aprobado un real decreto-ley que deroga el cargo que se imponía a los autoconsumidores por la energía generada y consumida en su propia instalación, el denominado 'impuesto al sol'.
También ha decidido eliminar otras barreras que, a su juicio, dificultaban y desincentivaban la implantación del autoconsumo eléctrico en España.
La nueva regulación impulsada por el Ejecutivo se basa en tres principios: se simplifican los trámites burocráticos y técnicos requeridos, como la inscripción en un registro para aquellas instalaciones no superiores a 100 kilovatios; se reconoce el derecho al autoconsumo compartido por parte de uno o varios consumidores, lo que permitirá aprovechar las economías de escala; y se reconoce el derecho a autoconsumir energía eléctrica sin peajes ni cargos.
Con el real decreto aprobado en el Consejo de Ministros del viernes, el Ministerio de Transición Ecológica persigue hacer más llevaderos los costes eléctricos tanto de los hogares como de la industria y da carpetazo a la reforma sobre autoconsumo eléctrico que aprobó el Gobierno del PP en 2015.
El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Andrés del Campo, considera la derogación del impuesto al sol como un impulso para la competitividad del sector agrario, que podrá reducir sus costes energéticos a través de la autoproducción de energía sin peajes ni cargos.
Para Del Campo, “la eliminación del impuesto al sol muestra la voluntad política de ponerse del lado de los consumidores, que se ven obligados a pagar en forma de costes fijos el agujero económico que se deriva de una estrategia errónea en materia energética prolongada durante años”.
Según Fenacore, consumidores estacionales como los regantes han visto cómo en los últimos ocho años estos costes fijos regulados por el Gobierno se han incrementado más de un 1.000% “con la excusa de cubrir el déficit de tarifa, lo que ha provocado que el aumento medio de la factura de la luz para el regadío haya sido superior al 110% en este periodo”.