El Gobierno ha aprobado un real decreto por el que se establece la obligatoriedad de incluir la indicación de origen en el etiquetado de la leche y los productos lácteos.
En concreto, el etiquetado de la leche y los productos lácteos elaborados en España deberán identificar el “país de ordeño” y el “país de transformación” de la leche utilizada como materia prima.
Cuando el país sea exclusivamente España, siempre deberá indicarse “España” y no se podrá sustituir por la expresión “UE”. Sin embargo, cuando la leche no sea exclusivamente española, tendrá que indicarse “País de ordeño” y “País de transformación”, seguidas del nombre del estado miembro, o “UE”, “fuera de la UE”, “UE y fuera de la UE”. De esta forma, la etiqueta de estos productos distinguirá claramente la leche ordeñada y transformada en España.
La norma afectará a productos como leche y nata, suero de mantequilla, leche y nata cuajadas, yogur, kéfir, lactosuero, mantequilla, quesos y requesón.
Se trata de la primera vez que se regula en España el etiquetado de origen obligatorio de un producto alimenticio por iniciativa propia, sin que constituya un mandato de la normativa europea.
La obligatoriedad de inclusión del origen en el etiquetado lácteo, que estará en vigor durante un periodo de dos años, comenzará a aplicarse a partir de los cuatro meses de su publicación en el Boletín Oficial del Estado, por lo que la industria láctea tendrá tiempo en adaptarse, según el Gobierno. En cuanto a los productos legalmente fabricados antes de la entrada en vigor del Real Decreto, podrán comercializarse hasta que se agoten sus existencias.
COAG ha aplaudido la aprobación de esta normativa y ha recordado que Francia, primer país de la UE en poner en marcha esta medida en 2017, ha reducido un 45% sus importaciones de leche en tan sólo año y medio de aplicación
Sin embargo, la organización considera que la fórmula elegida puede dar lugar a confusión a los consumidores. Además, lamenta que no haya referencia alguna a las labores de control ni a las sanciones en caso de incumplimientos. También sugiere que, al tratarse de una norma con carácter experimental, se evalúen los resultados de su aplicación tras del periodo de dos años establecido.
Por su parte, UPA ha calificado el Real Decreto como una “buena medida” por la que la organización ha “trabajado intensamente” y ha hecho un llamamiento a los consumidores para que compren lácteos españoles. Por otro lado, ha advertido de que “un etiquetado transparente no servirá de nada si se continúa dando pábulo a noticias falsas o interesadas que pretenden acabar con los lácteos”.