El sector pesquero español y el japonés se han reunido en las ciudades de Kesennuma y Tokio (Japón) para intercambiar información sobre las buenas prácticas en la actividad pesquera del tiburón y su uso sostenible desarrolladas por las flotas de ambos países y diseñar estrategias de defensa de un sector que contribuye activamente al buen estado de los stocks de este recurso, imprescindible para la dieta alimenticia de millones de personas y para la viabilidad económica y social de miles de empresas y trabajadores en todo el mundo.
En la cumbre, cuyas delegaciones estaban encabezadas por Javier Garat, secretario general de Cepesca y presidente de Europêche y por Toshiru Shisaru, presidente de la Japan Fisheries Association (JFA), ambas partes han compartido su conocimiento sobre la pesca sostenible de tiburones, las medidas de gestión que se aplican en cada país y su compromiso con la defensa de una actividad legal, controlada y responsable frente a la amenaza que representan la pesca ilegal, no regulada y no documentada (IUU) y la presión fáctica de algunas organizaciones ecologistas.
Los dos países capturan, como especie objetivo, la tintorera y, en menor medida, el marrajo dientuso, de las cerca de 500 especies de tiburones que existen en el mundo. Estas dos especies suponen más del 92% de sus respectivas capturas. Las evaluaciones científicas, en general, demuestran que la tendencia de los stocks es estable, por lo que se pescan de forma sostenible y no están en peligro. En cambio, hay otras poblaciones que son vulnerables y que requieren protección. Por ello, las flotas de ambos países tienen prohibido pescar especies como el tiburón oceánico, tiburones martillo, tiburones zorro o el tiburón blanco, entre otras. Algunas de estas especies están, además, incluidas en el apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), por lo que su comercio internacional está regulado.
Ambas partes también coinciden en hacer un uso efectivo de todas las partes de los tiburones, tanto de la carne como de la piel (artículos de marroquinería, como carteras o cinturones), los huesos (para alimento de animales), los cartílagos (para productos farmacéuticos), las tripas (para aceite), el corazón (para sashimi) o las aletas (para sopa y para productos farmacéuticos).
Por otro lado, han analizado los problemas y las amenazas a las que se enfrentan los sectores dedicados a la pesca, al procesamiento y a la comercialización de los tiburones. Entre ellos, se encuentra el ataque indiscriminado de varias organizaciones ecologistas, el veto al transporte aéreo y marítimo de algunas compañías, la intención de incluir injustificadamente en CITES a alguna de las especies que capturan ambas flotas, la poca aportación de datos científicos por parte de las flotas de algunos países y la pesca ilegal.