La rentabilidad de los kiwis que se cultivan en la Comunitat Valenciana se encuentra comprometida por la actuación irresponsable que están llevando a cabo determinados operadores comerciales al recolectar de manera absolutamente prematura el fruto, tal como ha podido constatar estos días la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA). Se trata de una práctica inaceptable porque en estos momentos los kiwis todavía están verdes y no reúnen los mínimos requisitos de calidad y madurez que exigen los mercados, de tal manera que cuando ese producto llegue a los puntos de venta decepcionará las expectativas de los consumidores, creará una pésima imagen de los kiwis procedentes de tierras valencianas y, lógicamente, hundirá sus cotizaciones.
Las fechas más idóneas para la recolección de los kiwis de la variedad Hayward que se cultivan en algunas zonas de Valencia se sitúan a mediados de octubre, ya que es entonces cuando presentan un equilibrio perfecto de azúcar y materia seca. Por tanto, cualquier intento por forzar el curso de la naturaleza para intentar llegar a los mercados antes que la competencia constituye un disparate.
AVA-ASAJA considera que si bien la recolección prematura de fruta siempre resulta una práctica condenable, quizá en el caso del kiwi todavía lo es un poco más por tratarse de un cultivo emergente de reciente implantación en el territorio valenciano y que, por eso mismo, cuenta en estos momentos con excelentes perspectivas comerciales. Efectivamente, el mencionado fruto tropical comenzó a desarrollarse en la Comunitat Valenciana hace sólo unos años y se concentra en unas pocas localidades de la provincia de Valencia como Torrent, Picassent, Carlet, Montserrat o Llíria. En la actualidad ocupa una superficie de unas 150 hectáreas y su producción -la campaña pasada fue la primera en la que se comercializó kiwi valenciano en cantidades significativas- se sitúa en torno a los 2,5 millones de kilos. Si bien las inversiones iniciales que precisa el kiwi, así como sus costes de producción, son elevados, las cotizaciones que está obteniendo: alrededor de 70 céntimos por kilo para el agricultor, pueden considerarse también aceptables, máxime teniendo en cuenta el desalentador panorama general de una agricultura valenciana lastrada por la crisis de precios.
AVA-ASAJA entiende que sería imperdonable que las perspectivas favorables que presenta el cultivo del kiwi se viesen truncadas por actuaciones irresponsables y carentes de seriedad y profesionalidad y, por tal motivo, insta a los servicios de inspección de la conselleria de Agricultura a que se pongan manos a la obra con el objeto de frenar las malas prácticas que llevan a cabo unos pocos en perjuicio de todos.