La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de la Región de Murcia (UPA), ha realizado un llamamiento a la responsabilidad a las diferentes industrias lácteas que operan en la Región de Murcia, y que compran la leche a los ganaderos tanto de forma directa, como a través de las cooperativas o primeros compradores, ante las propuestas que están realizando para la renovación de los contratos lácteos, que recogen injustificadas rebajas en el precio de la leche con respecto al que vienen cobrando los ganaderos.
La organización recuerda que sector lácteo sigue pasando por una compleja situación, ya que si bien, en los últimos meses los ganaderos han visto mejorar el precio que cobran por la leche que producen, siguen siendo uno de los más afectados por los aumentos desproporcionados en los costes de producción que se originaron el año pasado y se siguen manteniendo en niveles similares, al requerir de un importante gasto de energía para las tareas del ordeño y enfriado de la leche, así como de su dependencia de la compra de piensos y otras materias primas para la alimentación, de forma que bajadas en el precio de leche, abocarán a la quiebra técnica de muchos ganaderos.
“No entendemos como la mayor parte de las industrias lácteas, estén planteando bajadas en el precio de compra de la leche en la renovación de los contratos lácteos, argumentando la coyuntura del mercado mundial de productos lácteos, lo que nos huele a una mera jugada de especulación a la hora de plantear la renovación de los contratos a los ganaderos, siendo perfectamente conocedores que las condiciones actualmente no son las adecuadas para hacer este planteamiento”, apunta Carlos Esparcia, Secretario de Ganadería de UPA Murcia.
Según los datos facilitados por el Ministerio de Agricultura, las entregas de leche en los últimos meses, se encuentran entre los más bajos de los últimos 5 años, y el número de ganaderos no para de descender, lo que pone de manifiesto los verdaderos indicadores de la situación del mercado de la leche.
UPA-Murcia recuerda que por encima de cualquier situación de mercado, se debe dar cumplimiento a la legislación en vigor, como es la Ley de la Cadena Alimentaria, que debe aplicarse de forma que se impida la pérdida de valor a lo largo de la cadena y se asegure que se cubren los costes de producción, para lo cual las administraciones deben velar por su aplicación realizando labores de vigilancia y control de los movimientos que se produzcan en el sector lácteo.
Si las industrias lácteas no rectifican las ofertas y mensajes que están mandando a los ganaderos de bajada en el precio de compra de la leche para los próximos meses, y si las administraciones no velan por el cumplimiento de la Ley de la cadena para proteger al eslabón más débil, a los productores, el sector lácteo tendrá un futuro muy incierto. “Parece mentira que la industria no quiera enterarse todavía de que ya nadie quiere trabajar los 365 días del año, como se requiere en una explotación de producción de leche, ya no para ganarse un jornal, si no para al menos no seguir arruinándose”, finaliza Esparcia.