Robert Savé. Investigador emérito del IRTA y profesor de la UAB
Las previsiones de cosecha del sector vitivinícola, acertadas o no, y por las que nunca entenderé el interés por conocerlas, por saber lo que puede pasar, ahora son realidades a la baja o muy baja.
Desafortunadamente, la cosecha es corta en cantidad y diversa en calidad.
La sequía prolongada en el tiempo y la calor extrema diurna y nocturna han afectado a la uva y también a la vid, lo que además de incidir en la cosecha actual compromete la futura, independientemente de las condiciones ambientales, que se desarrollen próximamente.
La lógica debería movilizar al sector vitivinícola para realizar un estudio detallado, abierto, transversal y objetivo de los resultados productivos y las condiciones ambientales y agronómicas que les han condicionado, para a continuación valorarlos, ponderarlos y plantear opciones de solución, de acuerdo con cada realidad productiva.
Todo el mundo quiere volver a estar como antes, pero la ciencia dice que es imposible (1,2) e incluso la historia lo corrobora (3).
El tiempo y el clima van más rápidos que nosotros, no podemos permitirnos quedarnos quietos, impávidos, seria, como arrojar la toalla, y no podemos ni debemos.
Como decía el poeta Marti Pol, “Y, sobre todo, no olvides que tu tiempo es ese tiempo que te ha tocado vivir, no otro, y no desertes, orgulloso o cobarde, cuando te sientas llamado a tomar parte, como todo el mundo, en la lucha, pues tu sitio, sólo tú lo puedes llenar”.
1. https://www.medecc.org/outputs/mar1-infographic-water-food-med/
3. https://www.naciodigital.cat/noticia/253950/catalunya-pais-sequeres-quines-han-estat-pitjors