Estos días estamos viviendo las movilizaciones y manifestaciones por parte de los agricultores, que se están produciendo en Bruselas, Francia, Alemania, Portugal, Polonia y otros países, pero también en España, reivindicando su papel esencial en la producción de alimentos y la necesidad de que les ayuden ante la presión normativa que están viviendo y la competencia desleal de los productos que entran de otros países, pero en el fondo lo que quieren es que se reconozca su trabajo y el valor de los productos que generan.
Probablemente nos escuchen y nos atiendan, tanto aquí como en Bruselas, porque les va mucho en ello y porque las manifestaciones en la calle son molestas para la imagen de los gobiernos, aunque tengo claras dudas de que vayamos a conseguir algo en claro, por lo menos a nivel nacional.
Tampoco tengo duda de que el sector tiene que avanzar por si solo. Tenemos que formarnos producir cada vez de forma más eficiente, que consigamos más producto por euro invertido, también mejorar la comercialización de nuestros alimentos y bebidas, porque hay mucho que hacer todavía en este campo, pero no solo ahí, en todo en lo que podamos imaginarnos podemos y tenemos que mejorar, y lo que nos venga desde la Administración Pública, bienvenido sea.
Y una cosa más importante todavía que nunca se ha conseguido, aunque el hartazgo que tienen los agricultores y ganaderos en este momento hace cambiar las cosas y los anima a unirse a otros eslabones de la cadena y no ir solos en su reivindicación. Sin la materia prima que elaboran los agricultores y ganaderos no hay industria alimentaria, y sin estos dos eslabones tampoco hay nada que comercializar, y tampoco hay nada que cocinar en nuestros restaurantes. Quizás tenemos ante nosotros una oportunidad histórica de ir juntos todos los eslabones y reclamar unidos soluciones a los problemas que tienen los agricultores y ganaderos, que tampoco distan mucho de los que tienen la distribución y la restauración. Al final son los mismos.
La pesca, la ganadería, la agricultura, la industria transformadora, la distribución y la restauración son un pilar imprescindible de nuestra sociedad y hoy en día tiene muchas amenazas que vienen del mismo sitio, Bruselas y que por tanto hay que trabajar de forma conjunta. Y esto es lo que desde la campaña 'Si yo no produzco, tú no comes’ defendemos: recordar a la sociedad la importancia de aquellos que trabajan en el sector primario, los que transforman los alimentos y los que los comercializan. Ni más ni menos y por eso nació en su día esta iniciativa que se ha adelantado a los acontecimientos en los países europeos.
Todo el sector unido debe aprovechar la llamada a la acción que se está produciendo en toda Europa y, como España siempre ha sido, hacer algo grande aquí uniendo a todos los eslabones para que copien la iniciativa y se unan en el resto de la EU y reclamemos todos juntos la soluciones o soluciones a nuestros problemas.
Hago un llamamiento publico y directo a todas las organizaciones que forman los eslabones de la cadena para que se unan y vayan juntas a defender los intereses de todos los productores de alimentos.