Esta campaña no pasará a la historia por ser normal para los productores de los invernaderos de Almería. Primero, por las altas temperaturas que se registraron en otoño y un arranque de invierno cálido, y ahora las perseverantes bajas temperaturas, han causado un panorama inusual que está llevando a una falta de kilos generalizada de todos los productos hortofrutícolas. El abastecimiento de frutas y hortalizas en Europa está en serio riesgo en estos momentos.
El panorama es prácticamente el mismo en otras zonas de producción vecinas y para otros tipos de cultivos, como quedó reflejado en la última reunión sectorial nacional de frutas y hortalizas.
El frío también en Berlín
De hecho, este ha sido uno de los principales temas de conversación entre las empresas almerienses y sus clientes durante la pasada edición de la feria Fruit Logistica en la capital alemana.
Las carencias de producción en el campo almeriense son patentes y se pueden confirmar con datos. Por ejemplo, los kilos de tomate comercializados entre las semanas 5 y 7 son un 22% inferiores a los que se vendieron en el mismo periodo que el año anterior.
El patrón se repite también en el pepino. El porcentaje de descenso de la producción en este producto es del 21%. Cifra similar presentan el pimiento y calabacín, con un 25% menos, y algo menor en el caso del calabacín (un 15%).
La situación empieza a ser preocupante, ya que algunas empresas empiezan a tener problemas para cumplir con los programas de sus clientes.
Según Luis Miguel Fernández, gerente de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (COEXPHAL), “no esperábamos un escenario como este porque las altas temperaturas se han mantenido prácticamente hasta diciembre, lo que también ha acelerado la producción a lo largo de la primera parte de esta campaña”.
El precio no resuelve
A pesar de las elevadas cotizaciones de estas semanas, los números no salen. Los agricultores ingresan más por kilo, pero la reducción del volumen de producción es tan alta que no da para cubrir el desfase actual. A todos estos inconvenientes, se unen el constante incremento de los costes de producción y las dificultades provocadas por plagas o virosis.
Fernández explica desde COEXPHAL que “para nosotros lo ideal sería poder mantener un ritmo normal de producción, ya que eso nos ayudaría a equilibrar volumen y precio para nuestros agricultores”.
El gerente de la asociación de productores recuerda que “nuestras empresas están haciendo lo imposible por cumplir con todos sus compromisos, pero resulta prácticamente inviable dadas las circunstancias”.
La guerra, la inflación o las inclemencias meteorológicas pintan un escenario de incertidumbre que no es ajeno a la agricultura. La distribución solicita incrementar los envíos desde Almería y las empresas se esfuerzan al máximo para cumplir con los programas. La realidad es que la demanda supera con creces a la oferta en estos momentos.
Un incremento de las temperaturas durante las próximas semanas podría mejorar la situación, aunque está por ver cómo responderán las plantas a una climatología tan cambiante, primero con una prolongación exagerada de los días de calor y después la entrada súbita del frío.
Uno de los peores escenarios es que los clientes, ante la escasez de producto, están buscándolo en otros mercados y orígenes. Una situación que puede tener consecuencias negativas a medio plazo, pues sitúa en una nueva ventaja la entrada de producto de terceros países al mercado natural del sector hortofrutícola español.