La nueva situación en Argentina es una combinación de los siguientes factores:
-El nuevo gobierno argentino del presidente Macri pone en marcha una nueva política económica liberalizadora.
-Existen en Argentina unos stocks importantes de grano derivados de los incrementos de producción y de las retenciones que producía la anterior política kirchnerista.
-¿Cómo gestionará el gobierno argentino la inflación, la recaudación tributaria y la política de subsidios en el marco de la nueva política económica liberalizadora?
Las viejas prácticas populistas del kirchnerismo habían supuesto un esfuerzo de adaptación muy importante por parte de los agricultores a la política peronista, resumida en las retenciones a la exportación y el control del cambio de divisas. Las retenciones se aplicaban a todos los granos exportables. En la práctica era no solo un sistema de control a la exportación, sino un sistema de recaudación de impuestos, en este caso gravando directamente las exportaciones. En la práctica, además, todo tipo de corruptelas estaban produciendo rémoras en el sano desarrollo de la potente agricultura argentina.
El nuevo gobierno lo ha tenido claro: liberación del ”cepo cambiario” y de las retenciones a la exportación. En definitiva, una política liberalizadora homologable a la de los países occidentales.
• Nueva política
Liberación del "cepo cambiario". Del control del cambio de divisas resultaba la existencia de dos precios para cada divisa, que en la práctica dificultaba enormemente el comercio y, en definitiva, las exportaciones argentinas. Ante esa inseguridad, los argentinos desarrollaron un mercado negro que complicaba el buen funcionamiento de la economía productiva exportadora. Con la nueva situación se normaliza el funcionamiento de las empresas, eliminando una inseguridad que complicaba la actividad exportadora.
Eliminación de las retenciones a la exportación en los granos. Ya se pueden exportar libremente los granos, con algunas dudas de última hora sobre la soja. Se eliminan incertidumbres porque el productor sabe que lo que produzca lo va a poder exportar cuando quiera, sin trabas aunque fueran nominales. La primera consecuencia ha sido una avalancha de oferta de grano. Los ofertantes buscaban además adelantar operaciones para prevenir las futuras devaluaciones de su moneda.
• Stocks importantes
La decisión del presidente Macri ha actuado como disparadero de una situación de altos excedentes “invendidos”. Recuérdese nuestro comentario anterior: “A partir de agosto (2015), entre los productores de soja de Brasil y Argentina quedaría sin vender un volumen de 78 millones de toneladas”.
“Esta es la entradilla de Agrovoz al comentar el informe USDA 2015/2016: sobreoferta mundial de soja y granos. Evidentemente es un volumen enorme que no es previsible que puedan absorber los chinos. Los agricultores que tienen retenida esa mercancía solo esperan un milagro: que se produzcan noticias climatológicas que afecten negativamente a la producción del hemisferio norte, básicamente USA”, decíamos.
Pues por esta vez no han necesitado de la información meteorológica. La decisión de Macri ha sido casi un milagro para esos agricultores. Todos se han lanzado a vender en la nueva situación más favorable para ellos.
• La gestión de la nueva política
Pero la nueva política liberalizadora puede ser un regalo envenenado si no son capaces de, a la vez que reducen las trabas a la exportación, conseguiruna recaudación de impuestos suficiente, mantener controlada la inflación y revisar la política de subsidios de forma que la demagogia del kirchnerismo no lance contra ellos a las clases populares acostumbradas a las dadivas del gobierno. No es un horizonte fácil, y mucho menos en un país rico en recursos como Argentina pero victima de todo tipo de saqueos.
• Conclusiones
El optimismo se ha desatado en Argentina. Se pronostican fuertes inversiones para aumentar la producción de cereales y de soja. Con la devaluación de la moneda local las exportaciones se ven favorecidas, resultando además a unos precios ligeramente inferiores al mercado mundial. Pero tienen mucho por hacer y rápidamente, para mantener el equilibrio del sistema tanto económico como medioambiental (tratamientos fitosanitarios, desequilibrio hídrico por la menos necesidad de agua de la soja, etcétera).