Los ganaderos de vacuno de leche de Castilla y León se encuentran inmersos en una nueva negociación de contratos para los próximos meses. En estos momentos el sector lácteo se enfrenta actualmente a importantes desafíos, desde fluctuaciones en los precios de los insumos hasta las cambiantes demandas del mercado. La Organización de Productores de Leche de vaca “Asociación Láctea Empresarial” está comprometida a abordar estos desafíos de frente, utilizando su experiencia colectiva para desarrollar contratos que protejan los intereses de sus asociados y garanticen la rentabilidad y sostenibilidad de las granjas de estos.
Tras los primeros contactos que tuvieron lugar la pasada semana, la industria láctea anuncia bajadas en el precio base de unos diez euros por tonelada, algo a lo que nos oponemos firmemente. Este anuncio de bajada lo fundamentan en un exceso de producción de leche, en una disminución del consumo de productos lácteos, y en la entrada de leche y derivados desde otros países comunitarios a precios inferiores a los del mercado nacional, que entran en competencia con nuestra leche.
De materializarse estas bajadas, estaríamos lanzando un mensaje muy negativo a los productores de leche de vaca de Castilla y León, una región que desde 2.015 años ha perdido el 53% de sus granjas y que terminó el pasado año con menos de 700 ganaderos con entregas declaradas. Esto ha afectado a la producción que cae por segundo año consecutivo y rondará los 916 millones de litros.
En medio de las actuales negociaciones contractuales, la Asociación Láctea Empresarial alza la voz en defensa de los productores de leche. Consideramos que este no es el momento adecuado para disminuir los precios que reciben nuestros ganaderos por su arduo trabajo. Más allá de cubrir los costes, es crucial que obtengan beneficios justos que reflejen la dedicación y esfuerzo que invierten en la producción láctea.
Desde nuestra perspectiva, la duración de los contratos es un aspecto fundamental que va más allá de la simple formalidad. Abogamos por acuerdos contractuales que permitan a nuestros ganaderos planificar sus operaciones agrícolas a medio y largo plazo. Esta planificación es esencial para la estabilidad de las granjas y la eficiencia en la organización del trabajo, contribuyendo así al desarrollo sostenible de la industria láctea.