La presencia de microorganismos patógenos supone uno de los problemas principales a los que se enfrentan las piscifactorías. Para buscar una solución que no afecte a la salud de los peces ni a la de los consumidores, el centro tecnológico experto en innovación marina y alimentaria AZTI coordina un proyecto para identificar bacteriófagos que acaben con estos patógenos sin afectar a las comunidades de bacterias ambientales e intestinales en acuicultura. La investigación está financiada por los proyectos LIFE de las Unión Europea y en la misma participan, además de AZTI, investigadores de Biopolis S.L. (España), de la Universidad de Aveiro (Portugal) y la empresa Acuicultura Aguacircia (Portugal).
Los investigadores han obtenido resultados muy prometedores en los laboratorios, pero la utilización a escala industrial requiere conocer el impacto ambiental de los bacteriófagos, especialmente en la ecología bacteriana. El proyecto, denominado Enviphage, trata de abordar esta brecha entre el laboratorio y el tratamiento a escala industrial. Basado en tecnologías genéticas, el proyecto estudiará el efecto de los bacteriófagos en las comunidades de bacterias ambientales e intestinales, dos de los puntos críticos para la utilización de esta tecnología en las piscifactorías.
Si se cumplen las expectativas, los acuicultores dispondrán de una herramienta capaz de eliminar los patógenos de los peces sin consecuencias para el medio ambiente, los peces, los microorganismos y las personas consumidoras. Este avance reduciría enormemente el impacto ambiental de las piscifactorías, a la vez que aumentaría la rentabilidad de las explotaciones, al descender la mortalidad en los estadios iniciales del proceso de cría de los peces.
Los consumidores demandan productos libres de antibióticos. De ahí que el uso de bacteriófagos de origen natural resulten una interesante alternativa para cubrir la creciente demanda alimentaria de los productos de la pesca y acuicultura.