El referéndum sobre la permanencia británica en la Unión Europea del próximo 23 de junio mantiene a los agricultores del Reino Unido expectantes. De confirmarse el Brexit, el país tendrá que volver a pergeñar relaciones comerciales e institucionales con Europa y otros países terceros, con todo lo que ello implica en cuanto a incertidumbre sobre el tiempo que les llevarán dichas negociaciones y, lo más importante, en qué términos se desarrollarán estas.
Un reciente informe publicado por la Universidad de Wageningen para la National Farmer’s Union of England and Wales (NFU) indica que la salida del Reino Unido haría que los precios al productor y los ingresos agrícolas cayesen en una serie de sectores. Una reducción o la erradicación del pago directo agravarían este impacto negativo. Según dicho estudio, el mayor impulsor de los intercambios de ingresos agrícolas del país es el dinero público disponible.
En el informe se designan tres escenarios comerciales para calcular los posibles efectos en el sector agrícola del Reino Unido: un acuerdo de libre comercio GB-UE; una posición predeterminada en la Organización Mundial del Comercio; o un escenario de liberalización.
La introducción de los costos de facilitación del comercio provocaría efectos que se traducirían en mayores precios al productor para un país importador neto para la mayoría de productos agrarios como es el Reino Unido. Además, perdería el acceso a las importaciones preferenciales de la UE, lo que tendría un efecto similar de aumento de precios. Estos incrementos tendrían un impacto positivo en los ingresos de las explotaciones agrícolas, pero los productos serían mucho más caros para los ciudadanos del Reino Unido. A nivel social, esto implicaría una pérdida de bienestar de los consumidores.
¿Qué pasaría con la carne y los productos lácteos?
Según dicho informe, un escenario de liberalización del comercio del Reino Unido (TL) tendría un impacto significativo en los precios de la carne y productos lácteos británicos, donde los precios de los aranceles de importación actuales son relativamente altos para estos productos. En consecuencia, el efecto global de este escenario sería una disminución de los precios de los productos de origen animal, lo que conduciría a una menor producción de carne y leche en el Reino Unido, y a un aumento de las importaciones de productos ganaderos.
Los efectos positivos de los precios en los ingresos de los agricultores en un Acuerdo de Libre Comercio UE-Reino Unido y en una posición por defecto en la Organización Mundial del Comercio (OMC) serían compensados por la pérdida de los pagos directos, en caso de que estos escenarios comerciales se combinasen con ayudas agrícolas reducidas, indican desde Wageningen. Una reducción de los pagos directos o su eliminación completa agravaría aún más los efectos en los ingresos de los agricultores en un escenario liberalizador en el Reino Unido.