La Consejería de Agricultura y Ganadería de Castilla y León aplaza hasta el año 2019 la entrada en vigor de la aplicación del Real Decreto 980/2017 que añade dos nuevos requisitos de condicionalidad sobre buenas prácticas agrarias y medioambientales relativas al mantenimiento del nivel de materia orgánica en el suelo.
Estos nuevos requisitos obligan a los beneficiarios que reciban pagos directos de la Política Agrícola Común (PAC), determinadas primas anuales de desarrollo rural o pagos en virtud de los programas de apoyo, a la reestructuración y reconversión o de apoyo a la cosecha en verde del viñedo a adaptar la maquinaria de aplicación de purines.
Esta nueva normativa, publicada este miércoles 28 de marzo en el Boletín Oficial de Castilla y León, prohíbe el uso de sistemas de plato, abanico o cañones y obliga a enterrar los estiércoles sólidos en un plazo máximo de cinco días desde que se suministra al terreno a través de técnicas de inyección o bandas.
Tras llevar a cabo un estudio de la maquinaria de aplicación de purines existente en Castilla y León, se ha comprobado que la mayoría de las cisternas tienen sistemas de esparcido de plato, abanico o cañones, cuyo uso supone el incumplimiento de condicionalidad. Por este motivo, desde la consejería de agricultura y ganadería se ha estimado oportuno posponer la aplicación de ese Real Decreto y establecer un periodo transitorio en la aplicación hasta la puesta en marcha de esta normativa, con el objetivo de permitir que los agricultores y ganaderos de la comunidad cuenten con un plazo suficiente para poder avanzar en la adaptación de su maquinaria a las nuevas obligaciones.
Para facilitar al sector a llevar a cabo este cambio que obliga la ley, desde el Mapama se está preparado una nueva convocatoria de renovación de maquinaria agrícola dirigida especialmente a la sustitución de los sistemas de distribución de purines no localizado (plato, abanico o cañones) por sistemas de aplicación localizada (inyección, bandas, etc.).