La Mesa Extremeña de la Caza rechaza el nuevo reglamento del ejercicio de la caza, la planificación y la ordenación cinética, publicado el pasado lunes en el Diario Oficial de Extremadura. Para la Mesa de la Caza se trata de una normativa que afectará negativamente al sector cinegético extremeño y que, además, provocará la existencia de nuevos vacíos legales e incrementará la ya pesada carga burocrática que soporta el sector.
La Mesa lamenta que la Junta de Extremadura no haya atendido las decenas de alegaciones que desde diferentes entidades miembros de la Mesa de la Caza se presentaron en su día al proyecto de reglamento, lo que ha supuesto la aprobación y publicación de un texto que no responde a las necesidades del sector cinegético y que empeora su situación con respecto a la regulación anterior. Por ello, espera que a partir de ahora la Junta sea consciente de la necesidad de abrir una mesa de trabajo con el sector en la que se pueda avanzar en la mejora del reglamento.
Entre los aspectos más negativos de la nueva normativa destacan la exclusión de la misma de las disciplinas de recorridos de caza, unas modalidades con más de 50 acciones al año en Extremadura y que a partir de este momento se encuentran en una situación de vacío legal que la Administración tendrá que solventar.
El sector también se declara “sorprendido” ante lo que consideran un aumento de la carga burocrática, lo que va en sentido contrario de todas las iniciativas lanzadas en los últimos años. Esto se dejará notar en la cumplimentación de permisos de caza individuales, así como en introducciones y sueltas y en los procedimientos de autorizaciones de daños. Por otra parte, la Junta ha limitado aún más el control de predadores, con los consiguientes perjuicios para el sector cinegético, señalan desde la Mesa.
En resumen, consideran que se trata de un reglamento negativo para el sector cinegético extremeño y con aspectos muy mejorables en casi todos los ámbitos. Ante esta situación, la Mesa Extremeña de la Caza se pone a disposición de la Administración para poder trabajar de manera conjunta, y cuanto antes, en la mejora de un reglamento que en sus términos actuales supone un nuevo golpe a un sector tan importante para la economía regional y para el mantenimiento de nuestras zonas rurales como es el de la caza.