La Federación de Caza de Castilla-La Mancha y la Asociación de Propietarios Rurales para la Gestión Cinegética y Conservación del Medio Ambiente (Aproca) han rechazado la propuesta de las organizaciones ecologistas SEO/Birdlife, WWF y Ecologistas en Acción que instaba a las administraciones a realizar una “valoración del impacto de la caza antes de autorizarla en un espacio protegido”.
Los presidentes de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, Juan de Dios García, y de Aproca, Luis Fernando Villanueva, han calificado de “impresentable” la afirmación de los ecologistas de que “la caza puede afectar de forma negativa a las personas y a la conservación del patrimonio natural y la biodiversidad”, cuando, han dicho, “ocurre todo lo contrario”.
Para ambas organizaciones, la petición de los conservacionistas es un “despropósito” y una “irresponsabilidad absoluta”, y han lamentado que con ello “quieran poner a otros usuarios del medio natural en contra de los cazadores”.
Estas organizaciones han recordado que “en la mayoría de los casos los cazadores, o son propietarios o pagan por el alquiler de las tierras donde ejercen su actividad, con lo que contribuyen directamente con su conservación y a la mejora de su hábitat”.
Consideran igualmente que en los cientos de miles de actividades cinegéticas que se organizan en España en un año, “son mínimos, por no decir nulos, los conflictos que se puedan crear en el medio natural”, por lo que han señalado que la afirmación de los ecologistas carece de sentido, por lo que, les han pedido un acto de responsabilidad que les lleve a plantear “una rectificación urgente” sobre sus declaraciones, o en su caso, que asuman responsabilidades.
Villanueva y García creen que estas organizaciones “en un nuevo paso dentro de su proceso de radicalización que ya iniciaron hace algunos años”, solicitan, en vez de la compatibilización o solidaridad de todos, más acorde con lo que realmente dice el artículo 45.2 CE, la priorización de otras actividades a la cinegética”.
En su comunicado, Aproca y la Federación han subrayado que a los ecologistas se les ha olvidado que la actividad cinegética en los espacios naturales protegidos, “en la gran mayoría está en manos privadas y que el buen estado de conservación de estos lugares no se debe precisamente a la labor de despacho de estas organizaciones, sino, a los usuarios de a pie, a los propietarios de fincas, cazadores o agricultores, que en definitiva son los gestores del medio natural”.
La caza, han advertido, como elemento de regulación de las poblaciones, “es uno de los elementos fundamentales para la conservación”.