La FAO ha publicado una nueva Nota informativa sobre la oferta y la demanda de cereales, en la que se pronostica que la producción mundial de cereales en 2023 aumentará un 0,9 % respecto del año anterior y alcanzará los 2 815 millones de toneladas, igualando la producción récord lograda en 2021.
Mientras que la producción mundial de trigo disminuirá un 2,6 % respecto de 2022, se prevé que la producción total de cereales secundarios aumentará un 2,7 % y que la producción de maíz alcanzará un nuevo récord de 1 215 millones de toneladas, impulsada por los buenos rendimientos en el Brasil y Ucrania.
A pesar de una ligera revisión a la baja desde julio, las previsiones siguen indicando que la producción mundial de arroz en 2023/24 se recuperará, aumentando un 1,1 % respecto de la campaña anterior.
Según el pronóstico, la utilización mundial de cereales en la próxima campaña ascenderá a 2 807 millones de toneladas, es decir, un 0,8 % por encima del nivel de 2022/23.
Se prevé que las reservas mundiales de cereales al cierre de las campañas de comercialización de 2023/24 se situarán en 878 millones de toneladas, con un incremento anual del 2,2 %, lo que apunta a un coeficiente reservas-utilización de cereales a escala mundial del 30,5 %, que la FAO considera un “nivel relativamente desahogado de la oferta mundial desde una perspectiva histórica”.
Se estima que las reservas mundiales de arroz alcanzarán un máximo histórico de 198,1 millones de toneladas, impulsadas por la India, que junto a China mantiene cerca de tres cuartas partes de este volumen, como en campañas anteriores. Se calcula que, en conjunto, las reservas de arroz mantenidas por el resto de los países terminarán el año registrando una contracción por segunda vez consecutiva y se ubicarán en 51,4 millones de toneladas, el nivel más bajo de los últimos cuatro años.
La FAO redujo su pronóstico sobre el comercio mundial de cereales en 2023/24 a 466 millones de toneladas, lo que constituye una caída del 1,7 % respecto de la campaña de comercialización anterior. Se prevé una disminución de los volúmenes comercializados de trigo y maíz, debido a una combinación de motivos, entre ellos la caída de las exportaciones de Ucrania a raíz de las perturbaciones del comercio asociadas a la guerra en curso. La FAO también ha rebajado su pronóstico sobre el comercio mundial de arroz respecto de la cifra de julio, teniendo en cuenta la intensificación de las restricciones a la exportación por parte de la India. Aunque la duración de estas restricciones y el alcance de su aplicación son inciertos, si se prolongan y si El Niño provoca dificultades de producción en otros países exportadores asiáticos podrían hacer que la recuperación del comercio de arroz prevista en 2024 sea modesta, señaló la FAO.
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