El consumo de carne y productos lácteos mantendrá su rápido crecimiento en China, debido al impacto del incremento de la población, el aumento de los ingresos y la aceleración de la tasa de urbanización en el país, según las autoridades chinas de Agricultura, que prevén un importante incremento de las importaciones de este tipo de alimentos.
Solo este año, las importaciones de porcino, ternera, cordero y aves de corral crecerán un 6,9% respecto a 2015, hasta superar los dos millones de toneladas, en tanto que las compras de productos lácteos aumentarán un 16,6%, hasta 12,95 millones de toneladas, según sus estimaciones.
Estas previsiones aparecen en el último informe del comité de expertos del Ministerio de Agricultura chino sobre el mercado agrario en el periodo 2016-2025, que analiza la evolución de la producción, el consumo y el comercio de cereales, piensos y otros productos agrícolas en el país, así como las tendencias en los próximos diez años.
Entre los cereales, destaca el importante ajuste que se acometerá en la superficie de cultivo de maíz en los próximos cinco años para atajar su problema de sobreproducción y reducir significativamente los excedentes. En 2016, la superficie destinada a maíz disminuirá un 3,1%, el primer descenso en la última década, y la producción de este cereal bajará un 4,2% respecto al año pasado.
Las estimaciones de las autoridades del gigante asiático apuntan a que el área de cultivo seguirá bajando durante los próximos cinco años a un ritmo anual del 1,8%, hasta situarse en 34,41 millones de hectáreas en 2020, en tanto que la producción pasará de los 215,17 millones de toneladas previstos este año a 205,67 millones en 2020.
Aumentará la demanda de maíz para piensos
En los siguientes cinco años, esperan que la cosecha vuelva a crecer ligeramente, alrededor de un 0,64% anual, hasta alcanzar 212,3 millones de toneladas en 2025, impulsada por el aumento de la demanda.
En el informe se prevé que el consumo de maíz crezca a un ritmo anual del 1,6% en los próximos diez años, pasando de 197,5 millones de toneladas en 2016 a 221,9 millones dentro de un lustro y a cerca de 227 millones en 2025, lo que reducirá la presión sobre el stock y permitirá tener precios más acordes al mercado.
En concreto, subirá de forma significativa la demanda para piensos (+2,7% anual), en tanto que su consumo como alimento se mantendrá estable (+0,3% anual) y la demanda industrial retrocederá en torno a un 0,1% cada año.
En cuanto al arroz, el Gobierno espera que su producción se mantenga estable en los próximos diez años, mientras el consumo seguirá aumentando. Este año las estimaciones apuntan a una cosecha de cerca de 209 millones de toneladas (ligeramente por encima de las 208,24 millones del año pasado), en tanto que el consumo subirá hasta las 145,6 millones, un 0,3% más.
La producción china de trigo, por su parte, suma doce años seguidos de crecimiento y, según las previsiones estatales, en la próxima década aumentará ligeramente, en torno al 0,2% anual, mientras que la demanda subirá al 1%.
Recortará las importaciones de trigo
De este modo, la cosecha llegará a 132,79 millones de toneladas en 2025, un 2% más que el año pasado, en tanto que el consumo se situará en 132,63 millones, un 10,8% más que en 2015. Con este balance oferta-demanda tan ajustado, el gigante asiático prevé recortar sus importaciones de trigo un 7,6% en diez años, hasta 2,54 millones de toneladas.
En relación con los piensos, el informe detalla que con la mejora de los estándares de vida y la aceleración de la urbanización, el ritmo de crecimiento de la población aumentará y la demanda de productos para animales mostrará una tendencia alcista.
En 2015 la producción china de piensos se redujo ligeramente, pero el país se mantiene como el mayor productor del mundo. En los próximos diez años, las autoridades de Agricultura pronostican que la producción y la demanda crecerán ligeramente, en torno a un 1,5% y un 1,6% anual respectivamente, porcentajes que contrastan con los incrementos del 6,5% y 6,6% registrados en la última década.
El aumento de la producción se explica sobre todo por el incremento que previsiblemente registrarán los piensos compuestos (1,8% anual), que representan el 89% del total. Los piensos para rumiantes crecerán más rápido que los destinados a cerdos o aves, según el informe.
China también prevé un crecimiento estable en sus producciones de frutas, verduras, huevos y productos acuícolas, así como el mantenimiento de su posición exportadora en estos sectores.
Las exportaciones de verduras y frutas, concretamente, alcanzarán los 12,42 millones de toneladas y 6,5 millones de toneladas en diez años, lo que representa un incremento del 21,9% y del 53,7% respecto a 2015, según los pronósticos estatales.
Diversificará sus fuentes de importación
El informe destaca que, frente a la compleja situación internacional y la abrumadora tarea de regular el mercado doméstico para atender los crecientes niveles de consumo, China ha podido recoger cosechas récord varios años consecutivos, incrementar los ingresos de los agricultores, mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda y llevar el desarrollo agrario “a una nueva era”.
Para los próximos años, las autoridades chinas confían en avanzar en la modernización agraria y en mejorar la calidad, eficiencia y competitividad del sector, así como en reforzar su interacción e integración con la agricultura global.
Respecto a esto último, consideran que las importaciones podrían aumentar tanto en variedad como en procedencia. Así, durante los próximos cinco años, esperan que la importación de frutas, carnes y productos lácteos se amplíe desde sus tradicionales mercados en el continente americano, Australia y el Sudeste asiático a países de Asia Central y Europa.