El sector cunícola es un sector de pequeña dimensión comparado con los grandes sectores ganaderos existentes en nuestro país. Sin embargo, es un sector de gran importancia en el medio rural, en el que se asientan casi la totalidad de explotaciones ganaderas y de mataderos de carne de conejo. Además, la presencia de mano de obra femenina en el sector es fundamental, representando casi el 50% tanto en producción como en transformación. La producción total del sector es algo inferior a 60.000 toneladas y cuenta con unas 1.800 explotaciones y 49 mataderos. Su comercio exterior se limita a 486 t importadas y unas 7.000 exportadas. Las empresas que constituyen el sector tanto en producción como en comercialización son en general empresas familiares, donde la capacidad de inversión es limitada.
El sector de carne de conejo tiene dos problemas fundamentales que se pueden resumir en una única frase: el consumo de carne de conejo y el valor del producto no son suficientes para mantener la viabilidad de la cadena productiva.
Aunque la carne de conejo tiene buena imagen ante el consumidor, pues se percibe como una carne sana, saludable y de calidad, las características intrínsecas del producto (bajo rendimiento a la canal, carne con bastante hueso, etc.) constituyen un freno importante a su consumo. En las nuevas generaciones se percibe desconocimiento de cómo prepararlo y además existe un bajo consumo en el canal Horeca. Y es que hay mucha gente joven para la cual la carne de conejo es desconocida, bien porque no la ha comido nunca o bien porque solo conoce el consumo más tradicional de la misma.
Por otro lado, el valor del producto no es suficiente para mantener la viabilidad de la cadena productiva. Esto supone que la rentabilidad de las explotaciones es baja y por tanto también su capacidad de inversión y nada que decir del relevo generacional de la mayoría de granjas. Idéntica situación afecta también a las empresas de transformación (mataderos).
Además, el sector cunícola, al igual que el resto de sectores ganaderos, se enfrenta a importantes retos futuros relativos a la sanidad animal, medio ambiente, bienestar animal… Sin embargo, existen grandes posibilidades de crecer en consumo, en exportación; de desarrollar nuevos formatos de producto, productos más elaborados o de potenciar la producción ecológica/integrada o los mercados de proximidad, como nichos de mercado, entre otros aspectos.
En este contexto, la necesidad de tener un instrumento de colaboración del conjunto del sector productor y transformador-comercializador en acciones conjuntas de promoción y mejora de posicionamiento de la carne de conejo, de investigación, desarrollo e innovación, de estructuración del sector e incluso de comunicación hacia el propio sector y la sociedad, resulta fundamental. Ese instrumento es la Organización Interprofesional para impulsar el Sector Cunícola, Intercun, y la herramienta que permite conseguir todo ello es su extensión de norma.
Ya es conocido que la extensión de norma es el procedimiento previsto por la Ley y que permite, entre otras cosas, regular el conjunto del sector y financiar la actividad de las Interprofesionales con las aportaciones económicas obligatorias recogidas en ellas.
Intercun ya va a por su cuarta extensión de norma como mecanismo para defender los intereses del sector cunícola en su conjunto.
La cuarta extensión de norma y, por consiguiente, la aportación económica obligatoria, está orientada a promocionar el consumo y posicionar adecuadamente la carne de conejo, velar por la estabilidad sectorial y la transparencia de mercado, y mejorar la situación del sector a través de proyectos de I+D+i, a desarrollar durante las próximas tres campañas.
Las aportaciones económicas a la Interprofesional serán paritarias para productores y transformadores, y con cuantía de 0,004 euros por cada kilogramo de conejo en vivo, entregado al matadero o recibido por éste.
La extensión de norma permitirá además abordar una campaña de promoción subvencionada por la Unión Europea, lo que multiplicará casi por tres el presupuesto de la Interprofesional en los próximos 3 años.
De este modo, la Interprofesional Cunícola aborda la colaboración del conjunto del sector productor y transformador cunícola mediante acciones conjuntas de promoción y mejora de la imagen y del posicionamiento de la carne de conejo, acciones de investigación, desarrollo e innovación, de vertebración y estructuración del propio sector, e incluso de comunicación hacia la sociedad de las bondades de la carne de conejo.