Euroganadería

Coren, productos de la tierra

VM

Con una facturación en torno a los 1.000 millones de euros, la venta de 105.000 toneladas en productos avícolas, 85.000 toneladas en porcino fresco y curado y casi un millón  de toneladas de piensos, el grupo gallego Coren es la primera sociedad cooperativa española y la décima en el sector de las carnes en el conjunto de la Unión Europea que exporta el 50% de su producción de porcino y el 20% de avicultura a más de 50 países. A su importancia como empresa se suma el hecho de constituir una parte fundamental del entramado económico del medio rural gallego, especialmente en las provincias de Lugo y Ourense, con la existencia de casi un millar de granjas en los sectores de la avicultura de carne y de puesta, de vacuno y porcino, bajo cuyas siglas se hallan directamente unos 3.200 socios y otros 3.000 empleados directos e indirectos. Hace algunos años abandonó su actividad en el sector de la leche.

Las explotaciones ganaderas intensivas han sido tradicionalmente el eje de la actividad del grupo y todavía mantienen un peso clave en su facturación. Sin embargo, en todos los sectores donde opera, la cooperativa está desarrollando un proceso de reconversión, con la puesta en marcha de granjas dedicadas a producciones camperas en los mismos sectores, en unos casos, en base a viejos socios y, en otros, con  la incorporación de jóvenes que han optado por el trabajo en el medio rural, como de otra forma de vida.

“Las producciones camperas son una demanda de los mercados de la que no nos podíamos quedar al margen. Cada día son más consumidores, tanto en el mercado interior, como sobre todo en la exportación, que reclamaban este tipo de productos y que están dispuestos a pagar un precio más elevado. Por ese motivo, junto a una oferta de más productos transformados con un mayor valor añadido, hemos apostado por carnes y huevos como una producción ligada a la tierra, con una alimentación más basada en los cereales y, sobre todo, en base a un manejo tradicional con los animales en libertad”, señala su presidente, Manuel Gómez-Franqueira.

En la avicultura de puesta, actualmente, toda la producción es de huevos camperos o de corral, y se hace en base al funcionamiento de 16 granjas con una media de 18.000 animales cada una, hasta un total de más de 300.000 ponedoras. La cooperativa entrega las pollitas a los granjeros con una edad media de cuatro meses y la gallina se mantiene solamente en producción con el fin de mantener la máxima calidad del producto, algo menos de un año. Se estima que una gallina campera en estas granjas tiene a lo largo de su vida una producción de solo unos 270/280 huevos. La producción total asciende a más de 80 millones de unidades. Su alimentación está basada en los cereales, a razón de una dieta diaria de unos 130 gramos. Frente al sistema de producción intensivo con las gallinas en jaulas, cuya situación fue mejorada en los últimos años por las normas sobre bienestar animal impuestas por la Unión Europea, las gallinas camperas disponen de un espacio de cuatro metros para ocho unidades en el interior de la granja y de cuatro metros por cabeza en  el campo, generalmente protegidas de arbolado. A efectos de la información al consumidor, en la leyenda sobre su trazabilidad que figura en cada huevo, la misma debe comenzar por el uno. Si se tratara de huevos ecológicos, el inicio es un cero.

Coren inició hace ya 20 años la cría de pollos de corral, según la actual normativa “pollo campero”, y en la actualidad dispone de 120 granjas con un número medio de 19.000 animales. En cuanto a los pollos en el interior de las naves, la cifra máxima es diez animales por metro cuadrado y, en el exterior, cada cabeza dispone de un metro cuadrado. A este manejo se suma una alimentación completamente vegetal basada en cereales, especialmente de maíz, y la crianza se prolonga durante unos 80 días frente a la crianza intensiva de unos 50 días. La producción cooperativa de pollo de corral es de casi 100.000 unidades por semana, más de cinco millones al año, carne que tiene el sello de ‘Galicia Calidade’.

En porcino, la cría semiintensiva se desarrolla desde hace cuatro años en unas 40 granjas con una producción variable en función del volumen de castañas disponible cada año para su alimentación. Los animales son en un 50% de raza “duroc”,  en un 25% de raza “landrace” y en otro 25% de raza “large White”, producto de un proceso de I+D. Entran en el cebadero a los dos meses y medio y son cebados durante otros cinco meses en base a cereales y un componente de 25 kilos de castaña por unidad, lo que supone  la compra de un millón de kilos de castaña gallega que se recoge en temporada, se cuece y congela para su disponibilidad durante todo el año. Para aumentar más la producción de carne, Coren está impulsando la recuperación de los bosques de castaña gallega. La media de producción de cerdos es de unas 100.000 unidades al año. Los animales duermen  en una nave con salida libre al campo. Esta producción de carne se enmarca en el programa de la Gama Selecta, comercializada  en fresco o curado, que cuenta también con el sello de ‘Galicia Calidade’, con una facturación de ocho millones de euros de los que la mitad corresponden a la exportación, especialmente Japón o Corea.

En vacuno, el grupo mantiene 90 granjas dedicadas a la cría de terneros con una producción de casi 4.000 toneladas, lo que le convierte a la cooperativa en la primera productora de  ternera gallega. Junto a esta actividad, dispone de  varios cientos de hectáreas de montes en las provincias de Lugo y Ourense, donde pastan en plena libertad más de un centenar de vacas de la raza “cachena”, que proporcionan anualmente unos 90 terneros. La elección de esta raza se hizo por hallarse en proceso de extinción y estar muy adaptada a la vida en plena libertad. Un segundo objetivo del grupo con el vacuno extensivo es utilizar los pastos naturales y para prevenir incendios.

Junto a las producciones extensivas, el grupo cuenta también con una pequeña producción ecológica de huevos y pollos bajo el control de Consejo Regulador de Galicia.

El relevo y los accionistas cooperativos

Juan está de visita de las oficinas de la cooperativa acompañado por su hijo Yago, de 13 años, y está muy orgulloso de que su hijo vaya a dar continuidad a la explotación familiar de pollos, porque está contento con el trabajo y su rentabilidad. María José supera los 30, dejó el trabajo en el textil y, junto con su compañero, apostó en la zona de Carballiño por la producción de  huevos de corral con sus naves donde los animales tienen las puertas abiertas al campo, pero donde es preciso intensificar la vigilancia sobre los cercados y el cielo frente a los animales de rapiña.

En el grupo Coren, aunque sus responsables presumen de tener un importante relevo generacional, como el resto del país, donde un 30% de los agricultores supera los 64 años y solo un 6% se halla por debajo de los 35 años, asumen también que avanza la población envejecida.

Para evitar el impacto que tendría sobre la facturación la salida por edad de cientos de socios, la cooperativa ha puesto en marcha la constitución de nuevos grupos cooperativos de entre 30 y 50 personas. A los socios que deban abandonar la actividad por su edad, junto a quienes disponen de explotaciones que no han podido o querido invertir en su granja, se les ofrece la posibilidad de seguir como accionistas en grupos cooperativos que disponen de macro granjas, donde el trabajo lo realizan personas contratadas bajo la gestión de Coren que les facilitan la concesión de créditos para la inversión y al final de cada ejercicio les ofrece los resultados.

En esta línea, Coren dispone de ocho macro granjas de pollos con 250.000 unidades en una y otras tantas en cerdos, con 10.000 cabezas. De la facturación del grupo, casi el 35% corresponde a  este tipo de granjas como grupos cooperativos.

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