Hablar no es decir, informar no es formar... hace falta más

Buena parte del país se encuentra en unas condiciones de sequía muy importantes, sin duda no homogéneas en todo el territorio, pero con zonas como Cataluña, de clima marcadamente mediterráneo, especialmente es sus cuencas internas, la falta de agua es significativamente grave, tanto a nivel de los embalses como de masas freáticas, gestionadas por la Agencia Catalana del Agua (ACA), para suministrar este elemento mayoritariamente a las áreas metropolitanas, para uso de boca e industrial

En estas últimas semanas estamos asistiendo a un bombardeo de noticias meteorológicas desde visiones muy diferentes, así las hay descriptivas, predictivas, serias, atrevidas, objetivas, subjetivas, concretas, generales...con el objetivo de informar, o quizás, de incrementar el interés por el medio de comunicación que las transmite.

Desde el más absoluto reconocimiento, de la valía y el trabajo de los profesionales de la meteorología y las instituciones donde trabajan como METEOCAT y AEMET (1,2), hay que reconocer que es complejo generar proyecciones potenciales de la meteorología que hará en un determinado lugar, y por tanto es difícil acertar y más, cuando esta proyección se quiere hacer llegar por temas tan concretos como el estado de las carreteras entre los km tal y cual, la cantidad de nieve en las estaciones de esquí, el estado de las playas…y además siempre y en todas partes.

Sin embargo, ¿los ciudadanos hemos pedido esta información, o una vez más, alguien ha decidido por nosotros, y así se hacen desde determinados sectores, traducciones libres que dicen lo que mejor les parece para llenar espacio informativo y recibir apoyo de empresas e instituciones?

¿Puede parecer desagradable mi opinión, lo acepto y lo siento si es así, pero ¿se nos ha preguntado por la información que queremos?, como, ¿cuántos días hace que dicen que llueve y nieva y cuántos días hace que no muestran, que la estado de los embalses no varía?, lo cual además, en buena parte es gracias al uso de las desaladoras, con el consecuente gasto energético y huella de carbono asociado.

¿Porque en lugar de hablar de cm de nieve, no hablan de mm de precipitación (1cm de nieve equivale a entre 0.8 y 2.0 mm, según lo compactada que este) ?, y en paralelo, ¿porque no se dice en qué superficie caerá y en qué cuenca hidrográfica?

¿Porque no se dice que en gran parte de los secanos de Cataluña no llueve, y no hay agua?, ¿tan poco importante es el sector agroalimentario, respecto a otros absolutamente dependientes de los embalses? (3,4,5. Las figuras corresponden a la ACA y al Observatorio de la Sequía del Penedès).

Hablar no es decir, informar no es formar, y quizás ya ha llegado el momento de decir claramente, que es necesaria formación respecto del agua, de su ciclo, de su calidad, de su uso, del concepto cuenca hidrográfica, del nexo inseparable agua/energía.

Ahora, con la sequía el agua es un factor limitante, pero con las previsiones del informe MedECC (6, 7) en 2050, habrá un 20% menos, pudiendo derivar a ser un factor determinante por la resiliencia del sector agroalimentario, y en el caso del Penedès, por ejemplo, de la viticultura.

Quizás es necesario prepararnos adaptando a nuestras características y necesidades modelos de gobernanza ya desarrollados, que han sido pensados, discutidos, probados, y que son operativos y positivamente funcionales, como la Mesa del Ter (8), la del Llobregat (9 ), la de cogestión de la acuicultura en el Delta del Ebro (10) y la genérica del agua (11).

Esta sequía, que ahora estamos sufriendo, no es un aviso, es la realidad actual y futura.