En las últimas décadas la alimentación animal ha experimentado un gran desarrollo, tanto en España como en otros países, que estuvo unido o ha sido paralelo al crecimiento del sector ganadero, lo que ha producido un incremento tanto de la demanda de alimentos para animales como el conocimiento de los mismos.
Además, la demanda de la sociedad respecto a los productos de origen animal, el conocimiento de los mismos, las exigencias medio ambientales, el bienestar animal, la disponibilidad de nuevos productos aparecidos como consecuencia de ciertos procesos industriales, etcétera, todo ello hizo que cada vez fuese más necesario trabajar y adaptar los conocimientos científicos a la alimentación animal.
Pero uno de los puntos críticos de la aplicación práctica de los conocimientos científicos generados en la alimentación animal es, sin duda, el control analítico de alimentos y productos utilizados.
El control analítico de cualquier alimento (producido dentro o fuera de la explotación) pero cuyo destino final sea la alimentación del ganado nos va a:
• Proporcionar información útil y precisa acerca de los constituyentes.
• Información para cumplir normativas vigentes, tanto nacionales como internacionales para la circulación y comercialización de alimentos animales.
• Cuantificar reclamaciones a proveedores.
• Controlar los procesos de producción.
• Proporcionar datos para alimentar los programas informáticos de racionamiento.
Por ello, hoy en día los usuarios demandan a un laboratorio de alimentación animal:
• Velocidad de respuesta, permitiendo obtener datos analíticos de muestras en menos de veinticuatro horas.
• Producir información analítica sobre los constituyentes de declaración obligatoria (por ejemplo, humedad, proteína, cenizas, etc.), pero también parámetros de interés nutricional (por ejemplo, factores antinutritivos, fracciones nitrogenadas, digestibilidad, etc.).
• Bajo coste por muestra, para que la analítica no sea un factor limitante.
• Alta repetibilidad y reproducibilidad, para evitar las diferencias que nos encontramos al enviar la misma muestra a diferentes laboratorios.
Los forrajes
La alimentación animal se debe enfocar hacia el mejoramiento continuo de las condiciones de los animales, que satisfaga los requerimientos nutricionales, en cantidad y calidad, y les permita un buen desarrollo, lo cual se va a evidenciar en los parámetros productivos y reproductivos así como en la salud y el bienestar. Pero además la alimentación del ganado debe tener otro propósito que es hacerlo al menor coste posible. Los forrajes bien manejados son un alimento bastante completo para las vacas que permiten una buena producción de leche y carne.
Según la bibliografía, una vaca adulta puede llegar a consumir diariamente una cantidad de forraje que puede estar alrededor de un 15% de su peso vivo y, en lo que atañe al precio, el de los forrajes es en general menor que el de otras materias primas, lo que aumenta su importancia en la actual situación económica y, en general, por un elevado precio de la mayoría de las materias primas. Como es normal, dicho precio depende en primer lugar de su disponibilidad en el mercado.