Lourdes Martínez Morillo-Velarde, Jorge Vicente Sanchis Guillén y Juan Urbano López de Meneses. Subdirección General de Análisis, Prospectiva y Coordinación del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
España es el tercer exportador mundial de carne de porcino por detrás de Alemania, que se encuentra en primera posición, y EE. UU. La carne de porcino representó en 2014 un 60,4% del total de exportaciones de carnes, cuota que se ha mantenido muy similar a lo largo de los últimos años. Es por ello que el grupo de carnes ha tenido un comportamiento similar al de la carne de porcino. Adicionalmente, los despojos de cerdo tienen una representación menor: en 2014 supusieron el 5,2% del total, cuota que ha aumentado en los últimos años. En 2011 ascendía al 3,2%.
Como se observa en la gráfica 2, la evolución en la exportación de la carne de porcino (Taric 0203) ha sido creciente en los últimos años. En el período analizado, 2010-2014, el crecimiento ha sido de un 47,6%, mientras que en el periodo 2013-2014 el crecimiento ha sido de un 8,3%. El precio medio de exportación ha sido en estos años superior al de importación. En el total del período analizado, el precio medio de exportación aumentó en un 19,2%, mientras que en el último año se produjo un descenso del mismo en un 1%, debido posiblemente al excedente en los mercados comunitarios.
Los precios caen en los destinos de la UE y mejoran en TTPP
Tal y como se observa en la gráfica 3, el precio de exportación de la carne de porcino bajó ligeramente en 2014 de forma generalizada, salvo en China. Los precios alcanzaron su punto álgido en 2013 con un precio medio de 2,39 euros/kg. Analizando los países, Japón es quien lidera el precio de exportación y el único que siempre ha superado los 3 euros/kg. En cuanto a Francia, principal país destino de las exportaciones españolas, se mantiene por encima del precio medio.
La diversificación como fórmula de la estabilidad y el crecimiento del comercio exterior
El índice Herfindahl-Hirschmann (HHI), indicador utilizado en multitud de áreas, en el presente análisis nos ayuda a determinar la concentración o diversificación de los productos por mercados. Una mayor cifra del índice determina una mayor concentración y, por el contrario, una cifra inferior muestra la diversificación del mismo.
Como puede observarse en la gráfica 4, la carne de porcino se ha diversificado progresivamente a los largo de los años. En 2011, cuando el índice muestra una mayor concentración, las exportaciones se focalizaron en los principales destinos comunitarios, Francia, Italia y Portugal, que supusieron el 51% del total de las exportaciones en ese año. En 2014, esta cuota descendió al 47%.
En 2014, además de que fueron más los destinos de exportación que en 2011, los veinte primeros supusieron el 92% frente al 95% que suponía en 2011. Para el primer semestre de 2015 ha seguido descendiendo dicha cuota, encontrándose actualmente cercana al 90%.
Analizando la evolución en la cuota de mercado de los cinco últimos años (ver gráfica 5), se aprecia como los países de la UE van perdiendo importancia, en torno a un 10% del valor, a favor de los países terceros como Japón, China y Corea del Sur.
Significativo es el hecho de la evolución de Rusia como destino de nuestras exportaciones de carne de porcino. En 2011, Rusia ocupaba el quinto lugar entre los principales destinos de exportación y el valor de la misma ascendía a los 118,6 millones de euros. En 2013, las exportaciones descendieron hasta los 80,11 millones debido al cierre de fronteras por la peste porcina africana, mientras que en 2014 y en el primer semestre de 2015 las exportaciones han sido inexistentes debido al veto impuesto por este país a los productos agrarios de la Unión Europea.
En el mercado comunitario se mantienen los principales destinos: Francia, Portugal e Italia, mientras Alemania va perdiendo cuota año tras año, debido probablemente al exceso de oferta y al cierre de la frontera con Rusia.
Los nuevos destinos de exportación -China, Japón y Corea del Sur- eran ya destinos afianzados para los despojos de cerdo en 2014 (estos tres países coparon el 60% del total de sus exportaciones).
El sector de porcino ha sabido adaptarse a las dificultades que se le han planteado en el que era uno de sus principales destinos, Rusia, buscando mercados alternativos, de modo que las exportaciones han seguido creciendo sin apenas resentirse.
Para España, el veto impuesto por Rusia a mediados de 2014 a la carne de porcino tuvo un efecto más atenuado que para el resto de Estados miembros, pues las exportaciones ya se habían visto reducidas por el cierre de fronteras rusas a causa de la peste porcina a principios de 2013. En cambio, en el resto del mercado comunitario ha provocado excedentes en países productores como Alemania, Francia, Polonia o Italia, que eran y son principales destinos de exportación del producto español. Esto ha llevado a una reducción de las exportaciones a dichos destinos, además de una bajada en el precio, debido al exceso de oferta en el continente.
Esta bajada de precios generalizada no ha afectado con la misma intensidad en aquellos países terceros que se han convertido en destinos crecientes de exportación, como es el caso de China, donde en 2014 aumentó el precio un 12%, aunque se mantiene por debajo de la media, o Japón, que mantuvo el precio de exportación en 2014 y por encima del precio medio.
La reacción del sector ante esta situación ha sido la de continuar apostando por la diversificación en sus destinos de exportación. La cuota que representan los principales destinos europeos -Francia, Italia y Alemania- ha disminuido desde 2011 en un 14%, 7% y 26%, respectivamente. Esta reducción se ha producido en beneficio de otros destinos, tales como Japón, Reino Unido o China, donde la cuota de lo que representan las exportaciones sobre el total ha aumentado en un 144%, 44% y 47%, respectivamente.