Los alimentos y bebidas producidos en nuestro país se han hecho un importante hueco en la despensa del consumidor chino. Eso se desprende de las estadísticas chinas de comercio exterior correspondientes a 2015, convenientemente analizadas por la Oficina Económica y Comercial de España en Pekín, que muestran una clara evolución de los envíos agroalimentarios al gigante asiático. En concreto, el pasado año se exportaron alimentos y bebidas por valor de 789,9 millones de euros, o lo que es lo mismo, un 58% más que en 2014.
Este hecho refuerza la posición de China en el grupo de países a los que más comida y bebida envía España, terna que siguen encabezando los países europeos, con Francia y Alemania a la cabeza.
Desde la Oficina Económica y Comercial sita en la capital china apuntan como circunstancias generadoras de dicho aumento la depreciación del euro que tuvo lugar en 2014, el impulso de la capacidad adquisitiva de la nueva clase media de ese país y su renovada tendencia al consumo de productos de importación, véanse lácteos, carne, frutas, vinos y cervezas. Todo eso, claro, unido a la cada vez más alta calidad de las elaboraciones españolas exportadas.