Caen, Lyon, Burdeos o el emblemático Mont Saint-Michel de Baja Normandía son solo algunas de las localizaciones que se han convertido en foco de las manifestaciones de los ganaderos franceses, que desde hace unos días protestan contra la caída de los precios que están sufriendo sus explotaciones. En concreto, los que se encuentran en una situación más crítica son los sectores lácteo y porcino, incapaces de cubrir sus costes de producción.
El precio de la leche, argumentan los productores, solo beneficia a los distribuidores, que han aprovechado el fin de las cuotas lácteas para acelerar la importación. El veto ruso y el incremento de la carne procedente de Alemania y España choca, por su parte, con los intereses del porcino y el vacuno de carne francés. La situación es, por tanto, desesperada en el país vecino.
Por todo ello, el Ministerio de Agricultura y Alimentación galo anunció hace unos días la puesta en marcha de un paquete de medidas de urgencia para dar apoyo a sus ganaderos. Entre los puntos más importantes se recoge la reestructuración de la deuda de los productores así como la exención de pagos de cotizaciones sociales. El primer ministro, Manuel Valls, defendió el arranque de este plan de urgencia como modo de “responder a la angustia de los ganaderos”.
Medidas urgentes
Las medidas cruciales que contempla el ministerio encabezado por Stéphane Le Foll prevén, en primer lugar, una continuación de las negociaciones con mataderos, procesadores, industria láctea y grandes distribuidores para respetar el aumento de los precios acordado.
En colaboración con los bancos, el Estado promoverá una reestructuración a medio y largo plazo del conjunto de deudas de ganaderos en dificultades, en particular de los más jóvenes y de recientes inversores. Esta reestructuración se basará esencialmente en la asunción, por parte del Estado, de las cargas financieras de los productores a través del incremento del Fondo de Reducción de Cargas (FAC), que alcanzará los 50 millones de euros.
En Banco Público de Inversión podrá garantizar, además, hasta 500 millones de créditos bancarios de tesorería a las empresas del sector ganadero para hacer frente al conjunto de necesidades de efectivo.
Asimismo, se aplazará a petición de los interesados la próxima cuota del pago de las cotizaciones a la seguridad social y se asumirá, a través de la Mutua Social Agrícola (MSA), las cotizaciones de los ganaderos en mayores dificultades. Aquellos que lo soliciten podrán rebajar o anular el impuesto de propiedad.
El gobierno francés procederá también a la movilización del dispositivo del Fondo Nacional de Gestión de Riesgos Agrícolas para dar respuesta a las necesidades de las regiones afectadas por la sequía, así como al aplazamiento de las cuotas de pago de los últimos avances de impuesto sobre la renta y del impuesto de las sociedades para los ganaderos en dificultades.
Solamente estos puntos suponen un apoyo financiero de 600 millones de euros, estima el departamento de Le Foll.
Medidas estructurales
Con el objetivo de “reconquistar el mercado nacional”, el gobierno francés pone en marcha una ayuda de 10 millones de euros en acciones de promoción de los sectores porcino, bovino de carne y lácteo dentro del mercado nacional, así como en terceros países.
Además, se reforzarán los controles realizados por la dirección general de Competencia, Consumo y Fraude relativos al etiquetado en origen de los productos.
El Estado implementará en todas las instituciones las recomendaciones de la guía jurídica para promover el abastecimiento local y movilizar de nuevo a colectividades para poner en práctica estas recomendaciones, e intentará mantener la exportación de vacuno de carne a Grecia, dentro del contexto de normalización del dispositivo bancario griego.
El Ministerio de Agricultura pondrá también en marcha la plataforma ‘Viande France Export’, que agrupa a los operadores franceses para responder a las peticiones de los terceros países importadores.
Medidas de transición ecológica y de fomento de la competitividad
No se ha olvidado el ejecutivo de Manuel Valls de establecer una serie de disposiciones encaminadas a la diversificación de los ingresos de los ganaderos para hacerles partícipes de la llamada ‘transición ecológica’. Así, se realizarán exoneraciones de fiscalidad local para las instalaciones de metanización agrícola, adaptándose los precios de compra de la electricidad producida por dichas instalaciones. También se apoyará el desarrollo de la energía fotovoltaica en las granjas y se simplificarán los procedimientos administrativos de los ganaderos.
Pese al optimismo inicial, el plan de urgencia anunciado por el gobierno francés no ha satisfecho las expectativas de los ganaderos, que lo ven insuficiente y alejado de los verdaderos problemas del sector.
Repercusión en España
Pocas horas después del anuncio del paquete de medidas, un camión que transportaba carne de porcino aragonés en la región de Normandía fue abordado por un grupo de ganaderos franceses, que lo vaciaron echando a perder cerca de 2.000 kilos de carne, según informó la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). Otro contingente de exaltados asaltó, el mismo día, otro camión español en la localidad de Poitiers, ocasionando pérdidas de hasta 20.000 kilos de carne. Tanto COAG como la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) exigen el cese de estos ataques, al tiempo que piden a la Unión Europea que interceda a favor de la libre circulación de productos agroalimentarios españoles en territorio francés y solicitan al gobierno vecino que imponga sanciones a los autores de los boicots.
En las últimas horas también se ha pronunciado la Confederación de Organizaciones Empresariales del Sector Cárnico de España (Confecarne), que ha manifestado “su más absoluta repulsa, preocupación y malestar” ante dichos acontecimientos y ha exigido al gobierno español “la máxima firmeza en la queja ante las autoridades francesas”.
“España, como Francia”
Además, en una reunión con el número dos del Magrama y secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas, representantes de COAG pidieron explicaciones sobre el acuerdo suscrito por el sector lácteo francés para fijar un precio medio a los ganaderos de leche de 0,34 euros/l en diciembre, 0,04 céntimos más de lo que están recibiendo en la actualidad. “Si Francia puede fijar precios de la leche por encima de costes con el beneplácito de la administración, en cualquier país de la UE, incluido España, también debe poder hacerse” fue el argumento expuesto por COAG en la sede ministerial.
Desde UPA siguen esa misma línea y aseguran que “solo una subida inmediata de los precios de la leche en origen puede salvar a los ganaderos”.