El Diario Oficial de Galicia (DOG) ha publicado la orden de la Consellería de Medio Rural que regula las excepciones a la normativa sobre aplicación de purín en las superficies agrícolas.
Esta orden establece que los ganaderos y agricultores gallegos podrán seguir empleando los sistemas tradicionales, siendo la aplicación por abanico la más común en este territorio, sin que haya penalización en el cobro de las ayudas de la PAC.
Durante su intervención en una jornada técnica la pasada semana, la directora general de Ganadería, Agricultura e Industrias Agroalimentarias de la Xunta de Galicia, Belén do Campo, advirtió que con la nueva normativa sí se mantiene la imposibilidad de efectuar la aplicación con sistemas de aspersión con cañón, algo que, de hecho, ya no se estaba realizando en esta comunidad, por lo que esta limitación no tiene consecuencias en Galicia, matizó la directora. Además, en la orden se incluye otra excepción en relación con el deber de enterramiento de los estiércoles sólidos después de su aplicación. Así, se señala que se estará exento de este deber cuando el uso del abono se corresponda con las prácticas tradicionales.
La directora general explicó que la Consellería dictó esta orden después de constatar que en la CC. AA. el uso de los purines como fertilizantes es una de las mejores opciones para su aprovechamiento, dado que su aplicación en dosis adecuadas aporta nitrógeno y otros nutrientes, de suerte que no presenta riesgos y sí ventajas respecto de la fertilización mineral, ayudando al incremento de materia orgánica del suelo. Además, hace falta resaltar que el sector del vacuno de leche, predominante en Galicia, es el que menos amoniaco emite, por eso desde el primer momento el Gobierno gallego apostó por esa excepcionalidad.
Por otra parte, subrayó que los agricultores y ganaderos gallegos iban a tener muchas dificultades para disponer de la maquinaria necesaria de aplicación de purines por sistemas de inyección, tubos colgantes o zapatas, tal y como pudo constatar la Consellería. Esto supondría, además, un mayor perjuicio para el medio ambiente, al no poder aplicar los purines y tener que almacenarlos.
Por estas razones, y en tanto no se ultiman los estudios que permitan tener en cuenta las especiales circunstancias de la CC. AA. y de sus explotaciones agrarias, la Consellería determinó que era absolutamente necesario hacer uso de la posibilidad que establece la norma estatal de no aplicar Galicia los nuevos criterios de condicionalidad establecidos por el Real Decreto.