La tercera jornada del congreso internacional “Los seguros agrarios en el actual contexto climático: situación y perspectivas” que se celebra esta semana en Jerez de la Frontera (Cádiz) ha contado con la participación de Ignacio Machetti, presidente de Agroseguro (Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados).
Durante su ponencia ha recordado las principales cifras del seguro agrario en 2023, marcadas por una siniestralidad histórica “que se podría situar cerca de los 1.200 millones de euros al final del ejercicio, sin considerar gastos”. La grave sequía, los constantes frentes tormentosos y los daños por helada, unidos a los siniestros que sufre el ganado de manera continuada, han elevado las cifras de indemnización prevista “muy por encima de lo habitual, lo que da buena muestra de la utilidad de contar con una póliza de seguro agrario en años y contextos como el actual”.
El presidente de Agroseguro ha recordado que la contratación de seguros también crece un 9% en 2023, con unas primas totales que se situarán en torno a los 930 millones de euros, una cifra muy alejada de las indemnizaciones y del equilibrio técnico del seguro, porque “como en cualquier otra rama del sector asegurador, la siniestralidad se paga con primas”.
Pese a esta situación, agravada en los últimos años, ha insistido en que el sistema español de Seguros Agrarios Combinados cuenta con la solvencia de las 17 aseguradoras privadas que forman parte de la Agrupación y el vital soporte que ofrece el reaseguro del Consorcio de Compensación de Seguros, pilar financiero fundamental, que en 2023 afrontará una cifra cercana a los 400 millones para compensar el exceso de la siniestralidad, aunque ha recordado que “la capacidad es finita, y se ha visto mermada en los últimos ejercicios, debido a la gravedad de los fenómenos meteorológicos registrados desde 2017”. Además, durante su intervención también ha puesto especial énfasis en el apoyo de las administraciones públicas, tanto, y sobre todo, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación como de las comunidades autónomas, que soportan “el 50% del coste del seguro, diez puntos porcentuales más que hace una década, mientras que el otro 50% del importe lo asumen los productores asegurados”.
Por tanto, y con las cifras elevadas de siniestralidad de la última década, Ignacio Machetti ha recordado que “por cada euro que aportan los agricultores y ganaderos asegurados, el sistema español de Seguros Agrarios les ha devuelto 1,30 euros”. Una cifra que se eleva hasta los 1,91 euros en los últimos tres años, y que se sitúa en 2,36 euros en 2023.
Alta satisfacción de los asegurados
Esta respuesta del seguro ante la actual realidad climática y la gestión que realiza Agroseguro es valorada satisfactoriamente por los asegurados. Un primer avance del Índice de Calidad Percibida 2023 que realiza una empresa independiente, centrado este año en los productores de cultivos herbáceos (la producción más afectada por la reciente sequía), otorga un 6,73 de nota media al seguro, medio punto por encima que el año anterior. Además, alcanzan notas superiores (notable y sobresaliente) aspectos como la calidad de las tasaciones o la rapidez de pago, que se ha mantenido en 23 días de media, incluso en años como el actual, con más de 3 millones de hectáreas siniestradas.
De cara al futuro, Ignacio Machetti ha reiterado “el compromiso de Agroseguro y de las 17 entidades aseguradoras que forman la Agrupación con la viabilidad del sistema”. Ha destacado la importancia de seguir aplicando la “técnica actuarial” para llevar al equilibrio a las 45 líneas de seguro, fomentando la individualización de las condiciones de las pólizas para evitar medidas generalizadas y centrando los ajustes más relevantes “en los asegurados de alta y reiterada siniestralidad”, un grupo minoritario de casos que perjudica el equilibrio técnico del seguro agrario y, por tanto, también al conjunto de agricultores y ganaderos.
Por último, ha cerrado su intervención insistiendo en la necesidad de “anticipación y vigilancia constante de la evolución climática”, así como del trabajo conjunto de los diferentes actores del sistema para su sostenibilidad. “Todos debemos garantizar la suficiencia futura del sistema, y para ello es indudable que la adaptación es cosa de todos sus participantes”, ha concluido.