El Clorpirifós ya tiene fecha de caducidad. Será a partir del 31 de enero de 2020 cuando deje de poder usars tras la prohibición que la Comisión Europea ha impuesto el pasado viernes 6 de diciembre en base a las opiniones de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), quienes señalan que tiene efectos dañinos para el cerebro y el sistema nervioso.
El pesticida clorpirifos no cumple con los criterios requeridos por la legislación para la renovación de su aprobación en la Unión Europea, dijo la EFSA en un comunicado a principios de agosto. La EFSA ha identificado preocupaciones sobre los posibles efectos genotóxicos, así como los efectos neurológicos durante el desarrollo, respaldado por datos epidemiológicos que indican los efectos en los niños.
Aunque la prohibición se mantiene a finales de enero, se establece una moratoria de tres meses para liquidar existencias. El Clorpirifós fue registrado por primera vez en 1965 y comercializado por Dow Chemical Company bajo el nombre comercial Dursban y Lorsban, y desde 2019 no estaba permitido su empleo en 8 países europeos.