La Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno (PROVACUNO) ha presentado en el Auditorio del Banco Sabadell en Madrid el informe “Análisis del sector vacuno de carne de España”, la mayor y más exhaustiva radiografía realizada hasta la fecha, que permite conocer al detalle en qué punto se encuentra el sector, y que servirá de guía para emprender acciones encaminadas a lograr una mejor vertebración y competitividad del sector.
El informe, presentado en el auditorio del banco Sabadell en Madrid, ha utilizado dos fuentes de información y estadística: el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), adscrito al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA); y una encuesta realizada granjas tipo repartidas por todo el territorio.
El tamaño de las granjas es uno de los datos que se desprende de este informe donde casi el 99% de las granjas tienen un censo inferior a 400 UGM, y el grupo de tamaño más frecuente se sitúa entre 20 y 50 animales. El 86% de las granjas son propiedad de personas físicas y más del 13% restante pertenece a sociedades limitadas, sociedades agrarias de transformación, comunidades de bienes y cooperativas. Menos del 1% de los titulares son sociedades anónimas.
EL 87% de las granjas de vacuno se ubican en municipios considerados rurales por la legislación española. De ellas, el 29% del total se ubican en zonas Rurales con Riesgo Grave de Despoblamiento, que son los que cuentan con menos de 5.000 habitantes y menos de 8 habitantes/km2, y el 11% del total en municipios considerados rurales en riesgo de despoblamiento porque tienen menos de 20.000 habitantes entre 8 y 12,5 h/km2.
En esas zonas con riesgo de despoblamiento el papel de la actividad de vacuno de carne es esencial, tanto desde el punto de vista económico como social o medioambiental. Este hecho queda demostrado con los datos obtenidos de las encuestas en las granjas: el 91% de los ganaderos vive en la comarca donde se ubica su granja y el 77% de las compras que efectúan los productores se realizan en esas zonas.
Desde el punto de vista medioambiental, es una actividad esencial para el mantenimiento y conservación de nuestros territorios. La base de la alimentación de nuestro modelo productivo son los pastos, complementados con piensos, paja y forrajes. El aprovechamiento de esos recursos naturales, mediante pastoreo, es la garantía del mantenimiento de nuestros paisajes rurales, además de contribuir a desbrozar los montes, contribuyendo a la prevención de incendios.