Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, tras revisar los datos publicados recientemente por el Ministerio en el informe de financiación en el sector agroalimentario, subraya el aumento del endeudamiento del sector agrario que suponía al finalizar 2018 un total de 22.729 millones de euros, frente a los 19.255 millones de euros que era el saldo vivo de los créditos vigentes en el último trimestre de 2017.
La organización destaca el esfuerzo de agricultores y ganaderos para adaptarse a las nuevas exigencias de todo tipo pese a la desfavorable situación climática y de mercado que ha afectado a importantes sectores.
Unión de Uniones subraya cómo la tendencia al aumento del endeudamiento en el sector agrario se inició en 2015, quebrando la evolución de los anteriores marcados por la crisis económica en los que el crédito se contrajo, tanto para la agricultura y la ganadería como para otros sectores productivos. Así, entre 2015 y finales de 2018, el endeudamiento del sector agrario se ha incrementado en 21,3%, mientras que para el resto de las actividades económicas se ha reducido en el mismo período en un 18,9%
Unión de Uniones pone en valor las continuas inversiones que los agricultores y ganaderos están realizando para la adecuación a nuevas exigencias normativas de carácter ambiental, de seguridad alimentaria, laborales o de bienestar animal, debiendo acudir a financiación externa ante un acceso ayudas públicas para tales fines cuya tramitación y concesión en general no es fácil ni ágil.
Por otro lado, en estos últimos años, los fenómenos climatológicos adversos frecuentes, la sequía, la incidencia de plagas graves en algunos cultivos o el repunte de enfermedades del ganado, han contribuido también, según la organización, a la necesidad creciente de financiación para capital circulante y pode mantener la actividad de las explotaciones.
El sector agrario, el que mejor paga
En paralelo a este incremento del endeudamiento del sector agrario, también se mantiene la reducción de la morosidad de agricultores y ganaderos, cuya tasa de crédito dudoso se situaba en el 6,2 % al finalizar 2018, frente al 7,5 del año anterior y por debajo de la del conjunto de las actividades productivas, que era del 6,8%.