Este martes 17 y miércoles 18 de octubre de 2023 se está celebrando en Ancenis (Francia) la reunión inaugural de BELIS, que marca el lanzamiento oficial de este proyecto multiactor. El acto, organizado por el INRAE como coordinador del proyecto, es presencial y tiene lugar en la sede de la empresa Cérience/Terrena. Durante estos dos días, los socios trabajarán sobre los objetivos y metodologías de BELIS con el fin de establecer los primeros pasos del proyecto. La reunión incluye una visita a la fábrica de semillas de Terrena en Beaufort-en-Vallée.
El proyecto BELIS comenzó el 1 de octubre de 2023, con un consorcio de 34 socios, incluidos institutos de investigación y técnicos, fitomejoradores y empresas de semillas, así como otros actores relevantes en la mejora de leguminosas de 18 países (15 países de la UE, Suiza, Reino Unido y Líbano).
Retos de sostenibilidad y competitividad en el cultivo de leguminosas
Se sabe que las legumbres aportan múltiples beneficios a los sistemas agrícolas y alimentarios: son una fuente de proteínas y otros nutrientes para el consumo humano y animal, y cuando se incluyen en los sistemas de cultivo pueden fijar el nitrógeno atmosférico, además de otras ventajas ligadas a la rotación de cultivos. Sin embargo, su presencia en la agricultura europea no ha alcanzado su potencial, y Europa sigue dependiendo en gran medida de las importaciones de proteínas vegetales. Una de las razones es la falta de suficientes variedades de leguminosas que den rendimientos estables y abundantes, adaptadas a diferentes situaciones agroclimáticas y de estrés, y con características de calidad adecuadas para la alimentación humana y animal.
Hasta ahora, los esfuerzos en mejora genética de leguminosas hechos por los obtentores públicos y privados no han resultado óptimos. Sin embargo, con los medios de mejora adecuados, los avances genéticos en los cultivos de leguminosas podrían alcanzar los obtenidos en los principales cultivos como los cereales. La mejora de las leguminosas se ha basado sobre todo en la selección fenotípica recurrente tradicional, que requiere actualización; y el uso de información molecular y la explotación de los recursos genéticos también podrían aumentar la intensidad y la velocidad de la selección.
Además, el progreso genético logrado en las nuevas variedades podría llegar de forma mucho más eficiente a los agentes de la cadena de valor de las leguminosas (agricultores, industria
alimentaria y de piensos) y los requisitos específicos de estos agentes podrían tenerse más en cuenta en la mejora genética. El primer paso de la transferencia del progreso genético se basa en el registro de variedades, regulado a nivel internacional pero llevado a cabo por las oficinas nacionales de registro. El actual proceso de registro debe mejorarse centrándose más en las necesidades de los actores de la cadena. El segundo paso consiste en proporcionar información adecuada sobre las variedades disponibles. Los servicios de extensión podrían proporcionar información de forma eficaz a todos los agentes de las cadenas de valor de las leguminosas, y la industria semillera es fundamental en el suministro de progreso genético a los agricultores mediante el acceso a semillas mejoradas. Por último, deben desarrollarse modelos de negocio y de gobernanza mejorados para permitir variedades de leguminosas más eficientes, rentables y diversas lleguen a las explotaciones agrícolas.