La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) denuncia que el desplome de un 70% de los precios del pollo en origen ha puesto contra la acuerdas a las más de 5.500 explotaciones profesionales avícolas de nuestro país.
La desaparición de la demanda por la caída del turismo y su fuerte impacto en el canal HORECA ( -62% consumo en primer semestre de 2020), está pasando factura a las explotaciones avícolas de carne. Según datos de Propollo (ahora Avianza), la producción total mensual de aves (pollo) está en torno a los 46 millones de ejemplares, de los que un 25% se derivan al canal HORECA. El desplome de la demanda de este canal tiene un efecto especial en el apartado de pollos asados. Sólo la demanda de pollos asados representó un 65% de las ventas en verano de 2019, muy ligado a grandes eventos y turismo en la costa.
“Desde el inicio de la pandemia hemos reclamado apoyos económicos para el almacenamiento en frío de nuestra producción, a fin de evitar una situación insostenible en las granjas y adecuar de forma progresiva nuestra producción a la situación actual, minimizando así las pérdidas. A los pollos que no tienen salida comercial hemos tenido que seguir alimentándolos en granja, con el consiguiente aumento de costes. Ahora, tras las ajustes pertinentes, nos encontramos con menos volumen de producción en granja ( 10-20 kg menos por metro cuadrado), menos precio, una parada por vacío sanitario y desinfección que se alarga de los 15-20 días habituales hasta 52, pero los mismos costes de mantenimiento de naves, luz, calefacción, seguros sociales, impuestos, etc..Así no salen las cuentas. Es insostenible” ha subrayado Eloy Ureña, responsable de avicultura de COAG.
Ante esta crítica situación, el sector avícola de COAG reclama al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación un plan de choque urgente que recoja, entre otras, las siguientes medidas:
- Ayudas directas a los ganaderos para mitigar el impacto de la pandemia en la rentabilidad de sus explotaciones y evitar el cierre de miles de pequeñas y medianas explotaciones.
- Reducción de impuestos que gravan la actividad de los ganaderos, en consonancia con su papel esencial para abastecer de productos alimentarios a la población y generar empleo en zonas rurales.
-Apoyo para mantener poblaciones parentales, que se verán mermadas si no se posibilita su crianza como medida de protección.
-Incorporación de la carne de ave al programa sectorial del ICEX para campañas de apoyo a la exportación.
Asimismo, de cara a la campaña de Navidad, desde COAG se pide las cadenas de distribución una apuesta real y contundente por la producción avícola nacional. “Es lamentable y desolador encontrarte en los lineales con importaciones de pollo low-cost al tiempo que nosotros estamos haciendo un enorme esfuerzo por adecuar la oferta a la demanda y superar esta crítica coyuntura sin echar el cierre”, ha puntualizado Ureña.