El Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria y la Nutrición (GANESA, o HLPE-FSN por sus siglas en inglés) del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) ha lanzado un nuevo informe sobre “Instrumentos de recopilación y análisis de datos en materia de seguridad alimentaria y nutrición”.
El informe analiza los desafíos y las oportunidades que existen para aprovechar al máximo la revolución de los datos e incluye recomendaciones para los responsables políticos. Más de 1000 participantes registrados pudieron participar en el evento híbrido que puso en el centro de la escena la necesidad de una coordinación mundial para mejorar la gobernanza de datos en materia de seguridad alimentaria y nutrición, gobernanza definida como un conjunto de principios, estrategias, políticas, reglamentos y normas de relevancia mundial elaborados por instituciones para recopilar, gestionar, compartir y utilizar datos.
Hablando en el lanzamiento del informe, Bernard Lehmann, presidente de HLPE-FSN, dijo que existe una necesidad urgente de reconocer que los datos y la información relacionados con la seguridad alimentaria y la nutrición son un bien público. “Los datos de alta calidad y su análisis preciso y oportuno son esenciales para la toma de decisiones sobre seguridad alimentaria y nutrición. Si bien una gran cantidad de datos sobre alimentos puede brindar grandes oportunidades para transformar los sistemas alimentarios, también puede crear nuevos riesgos y profundizar las desigualdades”, ha aclarado Lehmann.
El informe muestra la necesidad de establecer un marco legal global que permita la circulación de información relevante, preservando los derechos de las personas a las que finalmente pertenecen los datos.
Una sugerencia clave en este informe es que, desde un punto de vista moral, los datos personales, como la sangre, son algo que las personas pueden decidir dar cuando sea necesario para obtener un servicio personal (por ejemplo, cuando se da sangre para pruebas médicas), pero que también se debe animar a la gente a donar, cuando hay un claro indicio de que su uso puede contribuir a un bien mayor (como salvar la vida de alguien). Lo que debería quedar muy claro es que cualquier reventa de dichos datos debe considerarse inmoral e incluso ser procesada como ilegal.
El Director General de la FAO, QU Dongyu, dijo que las recomendaciones que surgen de este informe serán una contribución importante al esfuerzo global para abordar el hambre y la desnutrición. “Las buenas decisiones han de basarse en la evidencia cientifica. Debemos abordar la brecha en la calidad de los datos, ya que es esencial para monitorear el progreso y comprender dónde se encuentra el mundo para lograr nuestros Objetivos de Desarrollo Sostenible.”
Por su parte, el Embajador Gabriel Ferrero, Presidente del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de las Naciones Unidas, quien presidió el evento, subrayó la importancia de los datos para los formuladores de políticas, especialmente para los gobiernos y otros que se ocupan de los Caminos Nacionales hacia sistemas alimentarios sostenibles: “Los datos y las tecnologías digitales son herramientas poderosas que, si se implementan correctamente, pueden desempeñar un papel enorme para ayudar a responsables políticos en la toma de decisiones a corto, mediano y largo plazo para lograr sistemas alimentarios sostenibles”.
Si bien muchos pueden vivir en lugares donde los datos y la información fluyen con una velocidad sin precedentes, muchos países aún carecen de sistemas de datos sostenibles y de las capacidades adecuadas. Por lo tanto, el informe exige un replanteamiento de las herramientas de recopilación y análisis de datos para garantizar el uso adecuados de los datos existentes. También recomienda invertir en el desarrollo de capacidades en todos los niveles, comenzando en la educación primaria y secundaria, para incluir estadísticas y data science desde el principio en los programas de educación pública, y continuar a través de la capacitación especializada de profesionales que trabajan en instituciones públicas y privadas.
El informe proporciona numerosos ejemplos de buenas prácticas de iniciativas de recopilación y análisis de datos sobre seguridad alimentaria y nutrición que podrían mejorarse y utilizarse en el desarrollo de iniciativas similares. La revisión también identifica las lagunas de datos restantes más importantes, como, por ejemplo, datos sobre las características de las explotaciones agrícolas, granjas y otras industrias; información sobre el gasto en alimentos de los hogares; y, lo que es más importante, datos sobre el acceso individual a los alimentos y la ingesta dietética.
Durante el evento, representantes gubernamentales y de la sociedad civil de todo el mundo dieron cuenta de las buenas prácticas y metodologías existentes en sus países y organizaciones.
Recomendaciones
El informe presenta claras llamadas a la acción y una lista de recomendaciones detalladas sobre un mejor uso de los datos para guiar de manera efectiva la formulación de políticas estratégicas en agricultura, seguridad alimentaria y nutrición:
• Crear una mayor demanda de datos para la toma de decisiones entre los Gobiernos, los responsables de formular políticas y los donantes.
• Optimizar y, de ser necesario, adaptar las inversiones actuales relacionadas con datos, sin dejar de aumentar la colaboración entre las organizaciones internacionales, los gobiernos, la sociedad civil, el mundo académico y el sector privado, para armonizar y aumentar al máximo el intercambio de los datos existentes sobre seguridad alimentaria y nutrición.
• Aumentar y sostener las inversiones para la recopilación de datos esenciales en la esfera de la seguridad alimentaria y la nutrición.
• Invertir en capital humano y en la infraestructura necesaria para asegurar la sostenibilidad de la capacidad de procesamiento y análisis de datos.
• Mejorar la gobernanza de datos en todos los niveles, promoviendo la inclusividad para reconocer y potenciar la capacidad de actuación de los usuarios de datos y los generadores de datos.