La producción agraria total de la Unión Europea (UE) se situó en 405.000 millones de euros a precios básicos en 2016, un 2,8% menos que en 2015, según los datos finales publicados por Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea.
En 2016, el equivalente al 59% del valor de la producción agraria generada se gastó en consumos intermedios (bienes y servicios de entrada), mientras que el valor añadido bruto (es decir, el valor de la producción menos el valor de los consumos intermedios) fue el equivalente al 41% (o 165.700 millones de euros).
Con 70.300 millones de euros (17 % del total de la UE) en 2016, Francia tiene la producción agraria total más alta de todos los Estados miembros. Le siguen Italia (53.400 millones de euros, el 13%), Alemania (52.900 millones de euros, el 13%), España (46.800 millones de euros, el 12%), Reino Unido (27.900 millones de euros, el 7%), los Países Bajos (27.000 millones de euros, el 7%), Polonia (22.400 millones de euros, el 6%) y Rumanía (15.400 millones de euros, el 4%).
En 2016, el valor de la producción agrícola y ganadera siguió pautas contrastantes entre los Estados miembros de la UE. En términos relativos, el mayor aumento se registró en Eslovaquia (+10,7%), por delante de Polonia (+4,6%), Hungría (+4,1%), la República Checa (+3,5%) y Croacia (+3,4%). España también vio incrementada su Producción Agraria en 2016 respecto al año anterior en un 2’9%. En cambio, la mayor caída se registró en Estonia (-19,8%), seguida de Letonia (-8,3%), Francia (-6,5%), Dinamarca (-5,4%) y Eslovenia (-5,2%).
El valor de la producción agraria se ve influido por un cambio de precio o de volumen de producción (o una combinación de ambos). La disminución del 2,8% de la producción agraria de la UE en 2016 con respecto a 2015 puede atribuirse principalmente a una caída (en un 3,3%) del valor de la producción animal, debido principalmente a una disminución de los precios (un 4,9%), compensada en parte por un aumento del volumen (un 1,7%).
Esta disminución global del valor de la producción animal se debe principalmente a una disminución del 5,2% en el caso de la leche y del 3,6% en el caso del ganado vacuno. El valor de la producción vegetal disminuyó en la UE un 2,5%, los precios bajaron un 1,8% y el volumen un 0,7%.
La disminución del 13,5% registrada en el caso de los cereales se vio parcialmente compensada por incrementos del 23,5% en el caso de las patatas, del 4,5% en el de las plantas forrajeras y del 2,7% en el de los cultivos industriales.
Los costes de los insumos agrícolas de la UE (consumo intermedio) han disminuido un 3,4%. Esto se debió en parte a una disminución del 8,6% para los fertilizantes y la mejora del suelo, del 7,8% para la energía y los lubricantes, del 5,1% para el mantenimiento de los edificios y del 2,7% para la alimentación animal.
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