Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, junto con sus organizaciones territoriales, ha convocado una gran marcha de la sequía que confluirá el próximo 5 de julio a las puertas del Ministerio de Agricultura para protestar por las escasas medidas tomadas por parte del Gobierno para paliar el impacto de la sequía.
Unión de Uniones destaca que la campaña agraria de 2023 amenaza con ser una de las más catastróficas y difíciles de la historia por la conjunción de numerosos factores. La grave sequía afrontada en la mayor parte del territorio estatal durante fechas clave para el desarrollo de los cereales, pastos y otros cultivos, junto con restricciones al riego en numerosas zonas, han provocado pérdidas millonarias en el campo.
Asimismo, a esto se le une la situación de encarecimiento de costes de producción que se viene sufriendo desde 2021; la entrada en vigor de la nueva PAC con exigencias contrarias a la productividad y difíciles de alcanzar; la exigencia por parte de las administraciones de digitalizar al sector sin tener en cuenta su realidad y necesidades y la maraña burocrática que, lejos de reducirse, se incrementa año a año; todo ello en buena parte derivado de unos objetivos fijados a través del Pacto Verde Europeo que no se han afrontado desde una perspectiva de la realidad del sector agrario y del medio rural.
En este sentido, la organización insiste en que el Gobierno no ha sabido estar a la altura de la grave situación, ni desde el punto de vista estatal ni europeo, tomando medidas tibias que apenas sirven como parches.
La organización reclama un paquete de ayudas directas mucho más importante.
Unión de Uniones ya presentó al Ministerio de Agricultura un documento con más de 50 medidas encaminadas a reducir el impacto de la sequía y la guerra en Ucrania. Entre ellas contemplaba la activación de las medidas extraordinarias de crisis de la Organización Común de Mercados o el uso de los fondos disponibles del Fondo de Desarrollo Rural, en el capítulo económico y, en cuanto a la PAC, reclama la declaración de la situación de fuerza mayor de forma más generalizada, y permitir la mayor flexibilización posible de las diferentes medidas de apoyo para no perder ni un euro en la presente campaña, en la que la sequía complica el cumplimiento estricto de las exigentes normas de la nueva PAC que no se han flexibilizado.
La organización considera que, al margen de las ayudas, el Gobierno debe hacer una planificación hidrológica previsora y con sentido común. “No puede ser que andemos haciendo desembalses extemporáneos y planteando la demolición de presas y que luego nos acabe faltando agua” explican. Solicitan, además, inversiones reales en modernización de regadío “porque los presupuestos están, pero acabamos cada ejercicio con una pésima ejecución por parte de las Confederaciones”.
Diversas medidas fiscales, ayudas específicas para apoyar a la ganadería ante el encarecimiento de la alimentación y un seguro agrario que responda eficazmente ante estas situaciones catastróficas entran dentro del abanico de medidas reivindicadas por Unión de Uniones.
La organización se ha decidido por plantear la marcha en este momento porque “las medidas se necesitan ya y quien puede adoptarlas y quien tiene movilizar recursos en Bruselas. es quien gobierna ahora”, explican, “el campo no puede esperar”.
La Marcha de la Sequía estará dispuesta por distintas columnas de tractores que saldrán desde diversos puntos de las comunidades autónomas Castilla y León, Cataluña, Castilla – La Mancha, Extremadura, Comunitat Valenciana y Madrid entre los días 2 y 3 de julio y que desembocarán el día 5 de julio en Madrid, en una manifestación de agricultores y ganaderos de las regiones afectadas, que discurrirá desde la Puerta de Alcalá hasta el Ministerio de Agricultura, para reclamar medidas contundentes y una defensa real del campo el próximo 5 de julio.