El año que finaliza ha sido intenso para el sector empresarial de la acuicultura española, que sigue buscando soluciones para desplegar todo su potencial. Numerosas han sido las cuestiones con impacto directo sobre la actividad abordadas por Apromar de manera colectiva.
En abril tuvo lugar en el Congreso de los Diputados la votación final sobre la modificación de la Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad que devolvió a la acuicultura de trucha arco iris en España a la situación previa a la desafortunada sentencia del Tribunal Supremo de 2016 que pretendía su consideración legal como exótica invasora. Una vez resuelto el agravio, Apromarse congratula por este paso "dado en la dirección correcta" para volver a normalizar el cultivo de una especie tan importante en España .
La Junta Nacional Asesora de Cultivos Marinos y Continentales (JACUMAR-JACUCON), del MAPA, organizó una reunión en noviembre en la que Apromar aprovechó para exponer la decepcionante situación de escaso uso del FEMP, para solicitar la movilización de fondos del FEMP entre CCAA, sobre la ordenación espacial de la acuicultura y su positiva inclusión en las Estrategias Marinas, además de pedir al MAPA el pronto cobro de las primeras ayudas de las Organizaciones de Productores Pesqueros por sus Planes de Producción y Comercialización, los seguros de ENESA/Agroseguro a la biomasa, el interés por modificar la ley estatal de Cultivos Marinos para reestructurar JACUMAR/JACUCON y eliminar el tope de 50 años para la duración máxima de las autorizaciones administrativas para cultivos marinos.
A nivel europeo, el Consejo Consultivo de Acuicultura (AAC) de la UE lleva ya varios años de operación. En sus más recientes reuniones ha aprobado varios documentos de posición, como son los de necesidad de mejorar el etiquetado del caviar para que se mencione el país de origen; igualdad de condiciones de producción y comercialización con terceros países; y consideraciones sobre la recuperación de la población de anguila europea. En 2019 se cuenta con trabajar sobre cuestiones como la manera de calcular el ratio FiFo (ratio de uso de pescado silvestre en piensos frente a la producción de pescado de acuicultura); condiciones de bienestar en general de los peces y sobre los métodos de sacrificio en particular; situación de la acuicultura de la anguila en la UE y su papel en la recuperación del stock; abastecimiento responsable de materias primas para piensos de acuicultura; limitaciones actuales de la normativa para la acuicultura ecológica; y el futuro del FEMP.
Para Apromar, la situación de aplicación del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (2014-2020) sigue siendo insuficiente y marcando mínimos históricos al encontrarse por debajo del 15%. "Existen incluso partes del FEMP que aún no se han estrenado, como es el instrumento financiero, esencial para que, entre otras cuestiones, las grandes empresas de acuicultura puedan acceder a subvenciones al procesado y puesta en el mercado de su pescado", explica la organización, que ha manifestado a lo largo de 2018 con vehemencia a las administraciones autonómicas, estatal y europeas las que considera que son las causas del insuficiente uso del FEMP en España, que es el principal Estado miembro receptor de estos fondos (1.161 millones de euros). Estas causas son la complejidad del marco administrativo y competencial español; la insuficiente colaboración entre administraciones públicas; las restricciones presupuestarias públicas (estatal y autonómicas); y la complejidad del propio Reglamento FEMP.
Aunque en 2018 se haya comenzado a iniciar el uso regular del FEMP 2014-2020, ya se está comenzando a gestar el FEMP siguiente (periodo 2021-2027). Para Apromar, "es importante ir señalando sus prioridades al respecto porque el primer borrador que existe de Reglamento para el FEMP 2021-2027, publicado por la Comisión Europea en junio, contiene numerosas carencias". Entre otros cambios que propone están que exista un eje de prioridad específico para la producción de acuicultura; que se mantenga la disponibilidad de ayudas a fondo perdido para la producción y comercialización de la acuicultura; que se dé valor a las actividades colectivas; y que se incluya la palabra "acuicultura" en el nombre del Reglamento.
Para 2019, Apromar destaca que, tras casi un año de negociaciones, parece factible la firma a comienzos de 2019 del V Convenio Colectivo Nacional para la Acuicultura Marina. Este acuerdo abarcará los años 2018, 2019 y 2020 y "debe suponer un avance social y empresarial sobre los convenios anteriores". En la mesa de negociación participan frente a Apromar los sindicatos Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT, la Federación de Industria de CCOO, la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO y la federación FGAMT de la Confederación Intersindical Galega.