El Consejo Sectorial de Leche de Cooperativas Agro-alimentarias celebró a finales del mes de abril su Asamblea General, en la que el representante de Galicia, y director de la cooperativa AIRA, Daniel Ferreiro, fue reelegido presidente. En esta entrevista hablamos con él de la situación del sector lácteo y los retos normativos en materia de medio ambiente, sanidad y bienestar animal a los que se enfrenta el sector en los próximos meses. También de cómo atraer talento y fomentar el relevo generacional para garantizar su continuidad, fomentando la formación y la cualificación de los productores en el manejo y la gestión de las explotaciones.
Recientemente ha sido reelegido presidente del Consejo Sectorial de Leche de Cooperativas Agro-alimentarias de España, ¿cómo afronta estos próximos cuatro años?
En primer lugar, agradecido por el apoyo de mis compañeras y compañeros de las cooperativas lácteas y comprometido con la labor y responsabilidad que representa. Creo que los próximos años van a ser exigentes para las cooperativas lácteas y todos sus dirigentes. Tenemos grandes retos por delante como impulsar el relevo generacional, asegurar la viabilidad económica en la producción y de la transformación láctea e impulsar un modelo más sostenible social y ambientalmente. Y esta exigencia de viabilidad en los eslabones más débiles de la cadena supone un gran reto para las cooperativas, especialmente en este momento en el que la gran distribución está incrementando su poder dentro de la cadena alimentaria. Por tanto, los que conformamos el sector lácteo cooperativo tenemos retos y compromisos complejos que afrontar en los próximos años.
Se avecinan cambios normativos en materia de medio ambiente, sanidad y bienestar animal ¿qué nuevos retos tiene por delante el sector y las cooperativas, a medio y largo plazo?
Sinceramente, creo que la gran mayoría de nuestros ganaderos y ganaderas están en condiciones de afrontar los retos de bienestar, sanitarios y de medio ambiente, siempre y cuando cuenten con los plazos y tiempos necesarios para adaptarse y dispongan de algunos apoyos precisos. La clave del sector productor está en si dispondrá de una rentabilidad lo suficientemente incentivadora a largo plazo para lograr atraer a jóvenes y conseguir ese relevo generacional tan necesario. Y, para consolidar esa incorporación y asegurar la producción de leche en España en los próximos años, las cooperativas tenemos que ofrecer el apoyo y los servicios necesarios. Creo que las cooperativas tenemos que jugar un papel más activo en el relevo generacional. Igual me equivoco, pero es el reto más importante que debemos superar, atraer a personas a nuestro sector.
Para atraer talento y fomentar ese relevo generacional. ¿Qué líneas de actuación cree que podrían llevarse a cabo en las cooperativas del sector lácteo?
Lo primero es que tenemos que generar interés por el sector lácteo, se puede vivir y trabajar en él, como ganaderas y ganaderos, trabajadores en las granjas, o bien como expertos que precisa el sector en áreas tan diversas como veterinaria, ingeniería, informática o economía, entre otras. En los próximos años los avances en la producción de leche y en el logro de mejores márgenes económicos van a venir de la mano de la digitalización (robótica, sensórica,…) y vamos a necesitar unos servicios técnicos adaptados a esas necesidades. Necesitamos relevo para las ganaderías, necesitamos trabajadores profesionales para las granjas y necesitamos expertos cualificados y especializados en nuestra área productiva que aporte talento al sector. Para atraer jóvenes ganaderos, se precisan buenos rendimientos a largo plazo para las ganaderías, y todos los miembros de la cadena somos responsables de que este principio se cumpla. Y para atraer personas trabajadoras y talento necesitamos, además, organización y capacidad de arraigo, y creo que las cooperativas tenemos experiencia, responsabilidad y compromiso en ambos ámbitos.
Los efectos del cambio climático están afectando a la producción agraria en general, ¿Qué medidas está tomando el sector lácteo para ser más sostenible?
El sector lácteo ha sido de los primeros en medir la huella de carbono y la huella hídrica en cientos de ganaderías para conocer su impacto sobre el Medio Ambiente. Somos un sector que se ha adelantado a adoptar medidas contra el cambio climático. Tenemos que seguir midiendo la huella en las granjas, de modo que, una vez realizada la medición, cada ganadería sabe que variables productivas debe mejorar para avanzar en la reducción. En este momento, en INLAC, hemos encargado un trabajo que tiene como objetivo poner a disposición de todos los eslabones de la cadena, y especialmente de los ganaderos y ganaderas de toda España, una herramienta que permita calcular la huella de carbono y que ofrezca orientaciones tendentes a la reducción de la misma. Por tanto, ya estamos trabajando en algunas ganaderías y poniendo medidas para orientar a los ganaderos en la reducción, siempre por delante de las exigencias del consumidor.
Lo que nos dice nuestra experiencia es que las granjas, para reducir emisiones, deben abordar mejoras en aspectos relacionados con la gestión de purines o la alimentación de ganado, disminuir el uso de carburantes fósiles y seguir avanzando en la eficiencia productiva. Lo tenemos comprobado, a explotaciones más eficientes, menos emisiones de carbono.
Los productos lácteos son esenciales para el desarrollo de las personas, así como de las economías rurales ¿cómo se puede trasladar esto a los consumidores para que conozcan y valoren mucho más el trabajo que hay detrás de un litro de leche?
La leche y sus derivados son uno de los grupos de alimentos más completos que disponemos diariamente en la mesa. Los lácteos forman parte de una dieta equilibrada y son imprescindibles para asegurar una alimentación saludable. La cadena del valor de la leche debe ser capaz de trasladar este mensaje a todas las personas consumidoras, empezando por los colegios, que deberían incluir en sus planes formativos visitas a granjas ganaderas, especialmente los de ámbito urbano, para que vean de donde sale la leche que consumen. Me gustaría proponer y conseguir un plan estatal en el sector de forma que no hubiese un niño o niña en España que a lo largo de sus primeros 10 o 15 años de vida no visitase una ganadería de leche una o varias veces. Creo que, si fuésemos capaces de abrir nuestras ganaderías y recibir a la totalidad de los niños y niñas, enseñarles el trato y los cuidados que reciben nuestras vacas, tendríamos al consumidor del futuro informado y formado, conociendo de verdad el origen de lo que consumen, el medio rural donde se producen y valorando los productos que de las ganaderías salen diariamente.