La gravedad de la sequía que afecta a nuestro país desde hace unos años está ocasionando importantes pérdidas económicas a los agricultores y ganaderos, prácticamente en todos los sectores y a lo largo de toda la geografía, situándose en muchos casos en los límites de su viabilidad. Apenas un año y medio después de la última sequía grave de 2017, la agricultura y la ganadería vuelven a enfrentarse a un escenario similar debido a la falta de lluvias en el presente año.
Y es que 2019 se está caracterizando según la AEMET por ser el tercer año más seco en lo que llevamos de siglo, acompañado de importantes olas de calor, que sitúan a Andalucía en situación crítica de sequía meteorológica, de la que los agricultores y ganaderos son las principales víctimas.
Entre las principales medias planteadas desde el Gobierno central, insuficientes desde el punto de vista de UPA Andalucía, figura elevar al 70% el porcentaje de ayudas directas y al 85% las destinadas al desarrollo rural, que podrán anticiparse a partir del 16 de octubre –medida ya aprobada desde Bruselas-, la posibilidad de que los animales pasten en los barbechos no productivos declarados como superficies de interés ecológico, y la reducción de módulos de las producciones afectadas de cara a la próxima declaración de la renta.