El sector agroalimentario castellanomanchego se dio cita en la jornada organizada por la Asociación de Periodistas Agroalimentarios de España (APAE) y la Asociación Española de Economía Agraria (AEEA) en colaboración con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y CaixaBank y que sirvió para hacer balance de los 30 años de aplicación de la Política Agraria Común en esa comunidad autónoma, poniendo sobre la mesa algunas pistas de lo que puede ser el futuro de la misma.
Durante la inauguración de la jornada, la presidenta de APAE, Lourdes Zuriaga, enumeró la cantidad de cambios que ha supuesto la PAC a lo largo de los últimos 30 años en cuanto a la ampliación de países miembro perceptores de las ayudas, la puesta en marcha de la trazabilidad, la importancia de la incorporación de la mujer al sector agrario, la creación del segundo pilar de la PAC, la revolución digital o la economía global. Por su parte, el presidente de AEEA, Tomás García Azcárate, puso al sector del vino como caso paradigmático de la evolución de los 30 años de PAC: "El Acuerdo de Berlín obligaba a España a destilar, situando al sector español en un papel totalmente secundario. Hoy día el sector del vino está orientado al mercado y a la exportación. Hay evidentes problemas de cambio de mentalidad, pero que hoy en día tiene perspectivas de futuro. Esto se debe al empeño de muchos hombres y mujeres por explicar tanto al sector como la UE que había que cambiar el chip", ha destacado.
Aprender de la experiencia anterior
Para hacer balance en profundidad de lo que ha supuesto la PAC a nivel regional, la jornada ha contado con la participación del consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, quien ha afirmado que la PAC "es la política que más ha cambiado en un periodo relativamente corto. Empezó siendo una garantía en el suministro de alimentos y hoy se apoya en pagos disociados de la producción a los productores". Martínez Arroyo ha repasado la configuración de la ayuda de agricultor activo, la cuantía de las propias ayudas, las dificultades de la aplicación del greening o las consecuencias de la PAC para los distintos territorios. "Hay que poner el foco a partir de 2020. No hay que volver al modelo de los ATP pero sí a un modelo diseñado para aquellos que se jueguen el dinero. De hecho, la ayuda de la PAC no es una ayuda social. Los objetivos de la PAC son agrarios, que haya agricultores y ganaderos comprometidos con su actividad. A ellos debe ir dirigida la PAC", ha recalcado.
La retrospectiva de la PAC se ha completado con una mesa redonda en la que han participado varios políticos y periodistas. Entre ellos, Mercedes Gómez, consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha entre 2003 y 2008: "Fue una gestión difícil, pero aún con claroscuros, hoy tenemos una de las mejores industrias agroalimentarias de España y son sectores que siguen creciendo", ha afirmado. En la misma línea se ha pronunciado José Cruz Pérez Lapazarán, ex-portavoz de Agricultura en el Congreso de los Diputados: "Independientemente de la complejidad, hubo mucho debate interno y fue muy complicado. Dicho esto, se ha avanzado mucho en estos años. Con fondos europeos se ha podido reestructurar y modernizar la industria agroalimentaria". A ello se suma el testimonio de Alejandro Alonso, consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha entre 1996 y 2003, quien ha destacado que "al final el agricultor, el ganadero el industrial han huido de debates políticos y han cogido las partes de la reglamentación que mejor se han adaptado a sus necesidades. Producimos muchísimo más, muchísimo mejor. No deberíamos aceptar el debate de los números exclusivamente".
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