El sector de la flor cortada afronta uno de los momentos clave de la campaña anual: La festividad de Todos los Santos, cuando miles de familias visitan a sus familiares fallecidos y perpetúan la ancestral costumbre de decorar con flores sus lugares de reposo. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha recordado que un acto tan cotidiano como este puede conllevar también un acto de apoyo a los productores nacionales de flor cortada.
UPA ha pedido a los consumidores que adquieran y regalen flores de origen nacional. Algo que en todo caso no es sencillo, dada la gran importación que se produce desde países foráneos, como Colombia o Ecuador, a un alto precio, mientras que las flores autóctonas se venden “mucho más baratas y en menor cantidad”.
“Tememos que el sector entre en decadencia, ya que en las grandes ciudades parece que ya se venden más calabazas que flores”, ha explicado Lorenzo Ramos, secretario general de UPA y productor de flor en la provincia de Badajoz, en alusión a la masiva adopción de la fiesta anglosajona de Halloween, por influencia del cine y las series.
UPA ha criticado la especulación que también existe en este sector: "los agricultores recibimos un precio muy bajo, mientras que las floristerías piden en ocasiones “barbaridades” a los consumidores", denuncian.
La organización ha defendido el sector de la flor cortada y ha pedido acciones de promoción que ayuden a este sector agrícola "dinámico y generador de mano de obra en las zonas rurales". Este año, además, ha sido bueno para la producción nacional. La meteorología ha favorecido la floración de margarita y crisantemo, producciones que están en su máximo esplendor.