Uno de los pilares de la norma AENOR Atún de Pesca Responsable (APR) de la flota atunera española de cerco es el control de su actividad, siendo fundamental el papel que juega, en este ámbito, el Centro de Seguimiento de Pesca (CSP), localizado en las instalaciones de la Subdirección General de Control e Inspección de la Secretaría General de Pesca del MAPAMA.
Este centro es un elemento nuclear del sistema de control e inspección pesquero español, el único del mundo con la certificación ISO 9001:2015. Puesto en marcha en 1995 y con un equipo de una veintena de personas, el CSP presta servicio 24x7x365 y registra anualmente un volumen de 17,5 millones de posiciones, correspondientes al seguimiento de alrededor de 2.000 embarcaciones pesqueras, incluidos 40 buques de OPAGAC que faenan en aguas del Atlántico, Índico y Pacífico.
Este intercambio de información es posible gracias a los sistemas VMS (Vessel Monitoring System), también conocidos como Equipo de Localización de Buques (ELB) o cajas azules, y encargados del registro de los datos de posicionamiento y su envío, vía satélite, a una estación terrestre (LES) que los reenvía a su vez al CSP.
La flota atunera española, agrupada en OPAGAC (Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores) y monitorizada a través de este centro se convirtió, el pasado año, en la primera flota del mundo en disponer de un certificado de Atún de Pesca Responsable (norma APR). Con ello, esta flota desarrolla su actividad sujeta a las mejores prácticas en tres ámbitos: de respeto al medio ambiente y a los recursos pesqueros, garantiza de las mejores condiciones laborales y de seguridad de sus 1.600 tripulantes -900 de terceros países- y cumplimiento de las mejores prácticas en materia de control.
Envío de información cada hora
El CSP establece la frecuencia de envío de información que es, generalmente, cada hora, si bien varía en función de la pesquería y la zona en la que se faena. En el caso de los buques de la flota atunera la frecuencia de envío de posición es cada 12 horas. Para ello, esta flota utiliza un sistema VMS (Vessel Monitoring System), conocido como caja azul y que, desarrollado por la española Satlink, envía datos de posición, velocidad en nudos y rumbo, vía satélite, a través de Inmarsat C, Inmarsat IsatData Pro (IDP) e Iridium. El CSP interpreta estos datos, y puede determinar si el barco navega o pesca y, en ese último caso, si lo hace en una zona en la que tiene permiso.
Según el gerente de OPAGAC, Julio Morón, “la flota atunera española de cerco es la más controlada del mundo. Este control alcanza a los buques atuneros con bandera española y a aquellos que enarbolan la bandera de un tercer país, de forma que los buques con pabellón extracomunitario están sometidos al mismo férreo control que los que tienen su base en Bermeo o Vigo”. “La norma APR de Atún de Pesca Responsable”, -añade Morón- “garantiza el más elevado nivel de cumplimiento y nuestro objetivo es lograr que su cumplimiento se exija a toda la producción de lomos de atún que se comercializa dentro de la UE”.
Así mismo, y gracias al sistema TrackIT, integrado con el VMS, las empresas armadoras pueden recibir toda esta información para su control, con la posibilidad de establecer alarmas, así como para su análisis a través de cuadros de mando que permiten el seguimiento constante de actividad.
La flota atunera, además de estos sistemas, también incorporan el sistema AIS (Sistema de Identificación Automática), obligatorio para las embarcaciones de más de 15 metros de eslora y que facilita el nombre, tipo de embarcación, tamaño y destino; así como el diario electrónico de a bordo (DEA), a través del cual los buques comunican diariamente a la administración los datos de sus capturas.
Por último, cabe recordar que la flota atunera española también fue la primera en embarcar voluntariamente observadores científicos y ha complementado, además, este elemento humano de vigilancia y control con un sistema de Observador Electrónico, denominado SeaTube que, a través de un circuito de cámaras instaladas en distintos puntos del barco, graba toda la actividad pesquera. Las grabaciones se almacenan durante dos años para que, en caso necesario, puedan ser revisadas por terceros.