Si yo no produzco, porque tú me lo prohíbes, tú no comes

Ricardo Migueláñez. @Rmiguelanez

España continúa siendo el principal productor de piensos de la Unión Europea y se mantiene entre los diez primeros a nivel mundial. No obstante, y según nos avanzan los responsables de la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos (CESFAC), 2023 será el primer año de una serie de más de 20 en el que la producción nacional disminuirá, y esto no es buena señal, porque indica que las cabañas ganaderas, y en especial la de porcino, están bajando debido a muchos motivos.

Y volvemos, como casi siempre, a buscar culpables. Y, también como casi siempre, encontramos los mismos: las prohibiciones (sobre todo la del uso de óxido de zinc) y numerosas medidas restrictivas a la producción como la regulación de bienestar animal y la excesiva burocracia, entre otras. Pero, en definitiva, que el sector ganadero no es atractivo para los urbanitas, ni tampoco para los que viven en el campo.

Esta situación evidencia la interconexión entre las políticas agroalimentarias y la actividad agropecuaria. Ahora, las empresas del sector deben ajustar una vez más sus procesos y encontrar soluciones viables para mantener la producción sin comprometer la calidad y la seguridad alimentaria, y, sobre todo, mantener la rentabilidad de sus negocios.

Ante cambios regulatorios inesperados como los que vemos cada día, la flexibilidad, la planificación estratégica y la capacidad de adaptación son cruciales y el sector agroalimentario europeo se ha venido adaptando a lo que tocaba en cada momento, pero hoy en día el listón está muy alto y las empresas tienen muy difícil ir un poco más allá sin hacer caer su rentabilidad y en muchos casos, sin perder dinero.

Este escenario plantea grandes retos que solo podrán ser abordados desde la innovación, fomentando tanto la investigación como el desarrollo de nuevas aplicaciones que hagan posible un nuevo modelo de producción y comercialización. Si seguimos por este camino la cadena alimentaria como la conocemos hoy en día va a cambiar y no porque no haya alimentos que llevarnos a la boca, sino porque los que haya tendrán unos precios que solo unos pocos podrán pagar, y esto es ir para atrás, a épocas antiguas de las que nos han hablado solo regular y que no queremos volver a revivir.

Hay que tenerlo claro, www.siyonoproduzcotunocomes.com.