El estado Zulia, específicamente su capital Maracaibo, del 14 al 17 de octubre fue seleccionada como el justo escenario para la realización de un evento sin precedentes en la historia de la ganadería venezolana, la Asamblea Anual 2021 de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), la Federación de Ganaderos de la Cuenca del Lago de Maracaibo (Fegalago) y la Asociación Civil Criadores de Búfalos de Venezuela (Criabúfalos), realizada en honor a David Govea Rincón (†).
Por primera vez estas tres organizaciones gremiales realizan en un mismo escenario, sus asambleas de miembros, conscientes de la urgente necesidad de propiciar espacios de unidad y encuentro que les permitirán afrontar con mayor éxito los retos y desafíos que enfrentan a diario para continuar llevando alimentos a los hogares venezolanos, asumiendo con decisión y coraje, las riendas en la construcción de un mejor futuro para la ganadería venezolana.
Bajo el lema “Zulia, capital agroproductiva de Venezuela”, el sector empresarial ganadero privado, junto a Fedecámaras y a otras organizaciones regionales y nacionales del sector ovino, caprino, y acuícola, han dado un ejemplo digno de resaltar, convirtiéndose en referencia no sólo para otros sectores económicos del país, sino para una sociedad toda necesitada de líderes e instituciones capaces de orientar en el desconcierto al que sobrevivimos por la inexistencia de políticas de estado eficientes, capaces de otorgar bienestar y progreso a la población.
La realidad mostrada recientemente por ENCOVI, que desnuda las terribles consecuencias de un desafortunado modelo económico - agrícola sobre los hogares venezolanos, no nos puede ser indiferente. Tampoco le es ajena a los gremios agropecuarios del país. Según este estudio realizado por tres universidades venezolanas de elevado prestigio, actualmente el 94.5 % de nuestra población se encuentra en situación de pobreza, y el 76.6 % vive en pobreza extrema.
Las necesidades alimenticias del venezolano no esperan un minuto más, el estancamiento de la economía no soporta mayores dilaciones. El mensaje que percibo en las agradables iniciativas que por fortuna me ha tocado acompañar desde el seno de los gremios agropecuarios y empresariales es claro, el sector privado productor, transformador y distribuidor de alimentos ha tomado la firme decisión de “agarrar el toro por los cachos” y abrirse camino “a pulmón propio” hacia su recuperación.
Estamos conscientes que “serán muchas las trillas por recorrer, infinitos los obstáculos a vencer, las talanqueras por abrir, y los matorrales y espinas a apartar”, pero estoy completamente seguro que damos los pasos en la dirección correcta.
Felicito y celebro la valiente decisión de los presidentes Armando Chacín (Fedenaga), Paul Márquez (Fegalago) y Nicola Fabozzo (Criabúfalos) de propiciar esta actividad que marcará, seguro estoy, un antes y un después en la historia que ha de escribirse sobre el devenir de la ganadería venezolana en los próximos años.
Las necesarias y productivas reuniones gremiales, fueron acompañadas por un nutrido programa que incluyó conferencias, foros y conversatorios; una agroexposición comercial de más de 900 metros cuadrados y la subasta de ganado bufalino y vacuno élite. Se contó con la participación de la mayoría de las asociaciones base del Zulia, y de diferentes regiones del país. Durante cuatro días, se recibió la visita de 20.000 personas, demostrando el respaldo de la sociedad al sector agropecuario venezolano.
Aplaudo y elogio la presencia de Carlos Fernández, presidente de Fedecámaras, junto a su Junta Directiva, y los directivos de las principales cámaras que agrupa esta organización, quienes se involucraron de manera decidida en la programación ofrecida desde la capital zuliana.
Carlos, junto a Celso Fantinel, (presidente de Fedeagro), Luigi Pisella (presidente de Conindustria), Ezio Angelini (presidente Fedecámaras Zulia) y Armando Chacín, compartieron su visión de la Venezuela agroproductiva en un ameno conversatorio, del cual rescato su común llamado a la unidad y a la construcción de espacios para la discusión sana de ideas
Cuando muchos creían que estábamos vencidos, hemos demostrado que aun en la adversidad, “nuestros gallos” son buenos. Del aprendizaje hemos sacado el coraje, la enmienda, el ánimo para volver a empezar una y otra vez.
Desde la tierra del Coquivacoa, del Relámpago del Catatumbo, del Mosaico Perijanero y del Criollo limonero hemos logrado bañar nuevamente de vientos de esperanza y fe a todo un país. Seguimos con la firme e indisoluble convicción que desde el sector agropecuario venezolano lograremos pintar de mil colores, cada amanecer, cada despertar, en los infinitos paisajes y parajes de nuestra tierra.
La ganadería venezolana, está preñada de potencialidades y talentos, colmada de hombres y mujeres hechizados por su riquezas, cien por ciento comprometidos, negados a renunciar a sus ubres, al privilegio que representa el trabajo digno dedicado a llevar carne, leche y queso a los hogares de nuestra hermosa nación. Continuamos asumiendo retos, superando desafíos. ¡Sí se puede!