Ricardo Migueláñez. @Rmiguelanez
La Comisión Europea presentó una nueva edición de su Eurobarómetro, dedicado en esta ocasión a “Los europeos, la agricultura y la PAC”, tras realizar 26.512 entrevistas en los 27 Estados de la UE (1.001 en España) de forma presencial entre el 21 de febrero y el 20 de marzo. No se trató solo de una amplia encuesta sobre el conocimiento que tenían y pensaban los ciudadanos europeos sobre la Política Agrícola Común (PAC), sino también sobre el papel de la agricultura en la seguridad alimentaria y el cambio climático.
Un mayoritario 60% de los encuestados consideró que, en la UE, la agricultura y las áreas rurales son muy importantes para nuestro futuro (63% en España), cuatro puntos más que en la encuesta realizada en 2020, y un 35% (igual en España) lo estimó también bastante importante (+5 puntos en nuestro país).
Al preguntarles sobre cuáles creían que deberían ser las dos principales responsabilidades de los agricultores en nuestra sociedad, la mitad de los europeos (y españoles) consideró que proporcionar alimentos de buena calidad, sanos, seguros y sostenibles, seguido en un 29% que dijo que garantizar el bienestar de los animales (26% en España).
También respondieron que era garantizar el suministro estable de alimentos en la UE en todo momento (26%, UE; 17%, España); proteger el medio ambiente y hacer frente al cambio climático (24%, UE; 20%, España); abastecer a la población con una variedad de productos de calidad (22%, UE; 21%, España); alentar y mejorar la vida en el campo (19%, UE y 23%, España), así como generar crecimiento y empleo en las áreas rurales (19%, UE; 27%, España).
La opinión sobre un suministro estable de alimentos ganó terreno en 22 de los 27 países de la UE, con incrementos de 10 puntos porcentuales sobre la encuesta de 2020 en seis de ellos (Finlandia, Lituania, Suecia, Grecia, Italia y España).
Lo que más valoran los europeos en las zonas rurales era el medio ambiente y paisaje (32%, muy bien, 53%, bastante bien); las instalaciones educativas (11% muy bien y 44%, bastante bien); el acceso a actividades de ocio y cultura (12% muy bien y 42% bastante bien); el acceso a conexiones de Internet de alta velocidad (13%, muy bien; 38%, bastante bien); los servicios sanitarios (11%, muy bien y 39%, bastante bien); las infraestructuras de transporte para conectar con ciudades (calidad de las carreteras y el transporte público) (10% muy bien; 40% muy bien) y, por último, las oportunidades de trabajo (8% muy bien y 29%, bastante bien).
Por el contrario, no eran de la misma opinión y valoraban bastante mal o muy mal las oportunidades de trabajo (43% y 15%, respectivamente); las infraestructuras de transporte para conectar con las ciudades (35%, bastante mal y 13%, muy mal); los servicios sanitarios (34% Y 12%), así como el acceso a Internet de alta velocidad (29% y 11%); las actividades de ocio y cultura (33% y 8%); instalaciones educativas (32% y 7%) y, por último, medio ambiente y paisaje (10% y 2%).
En el caso de España, con mayoría de muy bien y bastante bien estaban medio ambiente y paisaje (36% y 46%, respectivamente) y las instalaciones educativas (12% y 34%). Se igualaba el porcentaje al 50% el acceso a Internet de alta velocidad (31%, bastante mal y 13%, muy mal, frente a 12% muy bien y 32% bastante bien); las infraestructuras de transporte (35%, bastante mal, y 13%, muy mal, frente a 12%, muy bien y 36% bastante bien), y, en cambio, eran mayoría las respuestas de bastante mal o muy mal en ocio y cultura (39% y 10%); servicios sanitarios (40% y 13%), y oportunidades de trabajo (41% y 29%).
Agricultura y cambio climático
Un apartado interesante era lo que pensaban los ciudadanos europeos (y españoles) sobre el papel que juega la agricultura y el cambio climático. Sobre si los fenómenos meteorológicos extremos (inundaciones o sequías), cada vez más graves, pueden tener un impacto en el suministro de alimentos y la seguridad alimentaria en la UE, casi por unanimidad estaban de acuerdo (92% UE, 94%, España), y apenas un 6% (3%) en desacuerdo.
Frente a la afirmación de que los agricultores tienen que cambiar su forma de trabajo para poder luchar contra el cambio climático, incluso si esto significa que la agricultura de la UE sea menos competitiva, un 67% (-2 puntos sobre 2019) respondió estar de acuerdo; un 25% (+3 puntos) en desacuerdo y 8% (-1), no sabe. En España, la respuesta fue un 60% (-8 puntos), 27% (+1) y 13 (+7), respectivamente. Aunque mayoritario, bajó el porcentaje de ciudadanos que está totalmente de acuerdo y subió algo los que no están de acuerdo con la misma.
Una clásica es si estarían dispuestos a pagar un 10% más por los productos agrícolas producidos si se limita su huella de carbono. Aquí, un 60% mayoritario de los ciudadanos se mostró de acuerdo, pero este porcentaje es 6 puntos inferior al de la encuesta de 2019, mientras que un 36% dijo estar en desacuerdo (+7 puntos) y 4 (-1) no sabe.
En nuestro país, en cambio, solo la mitad (50%) de los encuestados estaría dispuesto a pagar más, 16 puntos menos que en 2019 y un 43%, no (+12 puntos, mientras que 7 (+4) no sabe.
Sobre si la agricultura ya ha contribuido mucho a la lucha contra el cambio climático, un 58% mayoritario (+3 puntos) de la ciudadanía europea se mostró de acuerdo, frente al 30% (-4%) en desacuerdo, y un 12% (+1), no sabe.
Al contrario, ante la afirmación de que “la agricultura es una de las principales causas del cambio climático”, un 55% (+4 sobre 2019) de los europeos se mostró totalmente en desacuerdo, frente a un 38% (-4 puntos) de acuerdo y 7 que no sabe.
Un 58% (+2) de los encuestados españoles declararon estar en desacuerdo con dicha aseveración, mientras que un 33% (-6 puntos) dijo estar de acuerdo y 9 (+4), no sabe.
Seguridad alimentaria
En comparación a la anterior década, un 40% de los encuestados europeos piensa que la seguridad alimentaria ha aumentado en la UE, frente a un 41% que ve que ha permanecido igual; un 13% que ha disminuido, y un 6% que no sabe si una cosa o la otra. En España, la mitad (50%) cree que aumentó, frente a un 33% que la ve igual y un 11% que ha empeorado, junto a un 6% que no sabe qué responder.
Los principales riesgos para la seguridad alimentaria en la UE son para la mayoría del 54% (43%, españoles) los fenómenos meteorológicos extremos (grandes sequías, inundaciones, etc.) y el cambio climático. Para otro 45% (igual en España) son la escasez o la degradación de los recursos naturales (agua, suelo, poblaciones de peces, biodiversidad, etc.). Para un 32% (23%, España) sería la desaparición de las explotaciones agrarias en la UE; otro 31% (28%, España) dijo que los eventos de salud animal (gripe aviar...) o de sanidad vegetal (plagas).
Con porcentajes inferiores estarían las recesiones económicas y la pobreza (25%); el estancamiento de la producción agrícola de la UE y la creciente dependencia de las importaciones (24%); eventos geopolíticos (22%) por ejemplo, conflictos comerciales y de gran escala (aún no se había producido la invasión rusa en Ucrania); eventos de salud humana, como la Covid-19 (17%), y eventos tecnológicos, como las amenazas cibernéticas (7%).
Política Agrícola Común (PAC)
En este ámbito, un 61% de los europeos encuestados había oído hablar alguna vez del apoyo que proporciona la UE a los agricultores a través de la PAC (53%, España, -12 puntos que en 2020), aunque sin conocerlo realmente en detalle, unos 3 puntos menos que en la encuesta de 2020. Un 9% (también en España, con -3 puntos sobre 2020) además de haber oído hablar, decía conocerlo en detalle. Frente a esto, un 30% (+3 puntos) no había oído hablar nunca de este apoyo (38%, España, + 15 puntos sobre 2020).
Respecto a la aseveración de que la PAC beneficia a todos los ciudadanos europeos y no solo a los agricultores, la mitad de los encuestados estaba “más bien de acuerdo” (-2 puntos que en 2020), frente al 40% de los españoles. Otro 26% estaba totalmente de acuerdo sobre eso (+2 sobre 2020), frente al 34% de españoles (+8 sobre 2020). Un 13% (-3%) de los europeos y un 12% de los españoles (-8%) estaba más bien en desacuerdo sobre ese beneficio y un 3% en desacuerdo, pero un 8% (+3) no sabía qué responder (11% (+5), españoles).
También era mayoritaria la opinión de que la UE cumple, a través de la PAC, con su rol de garantizar un suministro estable de alimentos en todo un momento, con un 79% a favor de los encuestados europeos (75%, España); un 74% dijo que proporcionar alimentos de buena calidad, sanos, seguros y sostenibles (76%, España); otro 70% dijo que asegurar una forma sostenible de producir alimentos (66%, España); un 65%, asegurar unos precios de los alimentos razonables para los consumidores (51%, en España); otro 65% , proteger el medio ambiente y luchar contra el cambio climático (62%, en España); un 62%, que asegurar un nivel de vida justo a los agricultores (50%, en España), y un 58% afirmó que generar crecimiento y empleo en las áreas rurales (50%, en España).
Apoyo de la UE a los agricultores
Por otro lado, un 39% de los encuestados considera que la UE proporciona un apoyo económico demasiado bajo a los agricultores para estabilizar sus ingresos, mientras que un mayoritario 46% estima que es el correcto. Sin embargo, en el caso español, una mayoría del 57% opinó que dicho apoyo es demasiado bajo, frente a un 29% que lo estimó correcto.
La CE recuerda que, aproximadamente, esta ayuda supone un 1% del gasto público combinado de los 27 Estados miembros de la UE y el 30% del presupuesto total de la Unión Europea, pero solo un 7% a nivel comunitario y un 4% a nivel español consideró que ese apoyo es demasiado alto, con un 8% (UE) y un 10% (España) que no supo qué contestar.
Acuerdos comerciales internacionales
Un 53% (54%, España) mayoritario estimó que los acuerdos comerciales con terceros países han sido bastante positivos para la agricultura y un 58% (55% en España) también para los consumidores de alimentos, añadiendo un 12%, que los ve muy positivos, respectivamente. Frente a estos, un 16% los estimó bastante negativos y otro 4% como muy negativos para la agricultura de la UE, pero un 15% dijo no saber la respuesta (20% en España). También consideró bastante negativos estos acuerdos comerciales para los consumidores de alimentos un 13% (11% en España) o muy negativos (4%, UE, y 1%, España), aunque un 14% (19%, España) no supo qué responder.
Decisiones de compra de alimentos
A la hora de comprar productos alimentarios un 46% de los ciudadanos europeos (43%, España) estimó muy importante que estos sean parte de una cadena de distribución corta; otro 41% (40%, España); bastante importante, un 9% (11%, España); poco importante; un 3% (3%, España), nada importante, y un 1% (2%), respectivamente, no sabe.
También un 38% (44%, en España) valoró como muy importante en su compra de alimentos el respeto por la tradición y el “saber hacer” local; otro 43% (40%, España), bastante importante); un 13% (10%), poco importante; un 4%, nada importante y un 2% (1%) no sabe.
Para un 37% (40%, España) de los encuestados es muy importante la presencia de una etiqueta determinada que garantice la calidad del producto a la hora de comprarlo, y un 43% (38%, España) opinó que eso es bastante importante, frente a un 14% (15%) que lo ve poco importante, y un 5%, nada importante. Un 1%, no sabe.
Asimismo, un 39% (46%, España) estimó muy importante cuando adquiere un alimento la procedencia de una zona geográfica que conoce; un 41% (39%, España) lo ve como bastante importante; un 14% (10%) poco importante, y un 5 (4%), nada importante. Un 1%, no sabe.
Un 92% de los encuestados opinan que los alimentos ecológicos u orgánicos son más caros que otros productos alimenticios. Cuatro de cada diez piensan también que es difícil encontrarlos en sus tiendas y supermercados locales, aunque esta opinión ha disminuido en 15 países respecto a la encuesta de 2020, aumentando en otros 10.
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