Ante situaciones de crisis, el sector porcino tiene muy pocas herramientas a su disposición para poder afrontarla por no estar incluido dentro de las ayudas directas de la Política Agraria Común (PAC). La Unión Europea mantiene dos medidas excepcionales que pueden ser implementadas como herramientas de gestión de mercados para el ganado porcino y que se implementan mediante decisión de la Comisión con la aprobación del Consejo: el almacenamiento privado y las restituciones a la exportación.
1.- Restituciones a la exportación. La medida consiste en paliar el deferencial de precios que hace que un producto, por razones externas, no sea competitivo con respecto al resto de los mercados. Es decir, que bien por desajustes de oferta y demanda, cambios de moneda, el precio del producto producido, en este caso porcino, tenga un precio tan alto que no sea competitivo en mercados terceros. Con esta ayuda a la exportación hace que se pueda bajar artificialmente el precio de venta en ese país tercero sin incrementar el precio del producto al consumidor y manteniendo la libre competencia. Esta medida en casos como el actual que crisis de precios bajos generalizada, normalmente no se puede aplicar porque no se dan las condiciones económicas/matemáticas por la que el país receptor del producto acepte que se han aplicado restituciones a la exportación.
Esta medida además está fuertemente cuestionada en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) porque puede crear desequilibrios artificiales de la balanza comercial y por eso no es vista con muy buenos ojos desde los países importadores, nuestros clientes.
2.- Almacenamiento privado. La medida consiste en retirar parte de los productos, en este caso del cerdo, del mercado aplicando una ayuda para que se almacenen en congelación. La medida contempla tanto es coste per se de la congelación como la depreciación del producto y además un importante margen comercial que es el que debe motivar al industrial a acogerse a esa medida, incrementando artificialmente la cantidad de producto congelado. La ventana temporal en al que el almacenamiento privado está abierto es limitado y desconocido (para evitar la especulación) con lo que este corto periodo de tiempo hace que aumente la demanda de producto que se va a revalorizar y así aumentaría el precio de lonja, que es el fin último.
La decisión de la apertura del almacenamiento privado es técnico/política. Por una parte es técnica en función de la evolución de la lonjas de precios de los Estados miembros de la Unión Europea en la que existe la regla no escrita de que para activar el almacenamiento sería necesario que pasaran más de 12 semanas de caídas de precios; y por otra parte está la decisión política por parte del Consejo de Ministros (o del Grupo de Gestión de carne de Porcino formado por los representantes de los diferentes Ministerios de Agricultura de los Estados miembros), quien en función de la situación específica de su país decide apoyar o no la media
La media del almacenamiento privado no está exenta de controversias por si se trata de una medida positiva o negativa. De forma general es una medida que no beneficia al productor y sí aporta algo más de liquidez a la industria.
Productor: la parte positiva cortoplacista de la medida es que mueve la lonja de precios, bien activando una subida, bien limitando las bajadas pero por otro parte no soluciona el problema de sobreoferta puesto que ese producto almacenado va a volver al mercado al cabo de 60, 120 o 150 días incrementando la oferta en ese momento. Además normalmente se diseña la medida para que el la salida de la carne se produzca en momentos de tendencia alcista de la lonja, lo que nuevamente vuelve a perjudicar al productor
Para el industrial: la medida es positiva puesto que es una ayuda directa para almacenar un producto que compra a un precio de mercado muy bajo y que luego vuelve a poner en el mercado cuando el precio debería subir limitando así el precio de lonja. Por otra parte es una buena medida para los industriales con exportación de productos crudos congelados puesto que ya está congelado y además te permite cubrir la planificación de las exportaciones a 3-4 meses vista.
El último almacenamiento privado de la Comisión Europea que se ha abierto el 4 de enero (Reglamento 2334/2015) tiene las siguientes características:
- Los productos por los que se conceden ayudas están divididas en 7 categorias en función de sus códigos tariff siendo los más representativos:
o Categoria 1: medias canales o canales enteras con un peso inferior a 20 kg.
o Categoría 2: Jamones, paletas, partes delanteras.
o Categoría 3: Piernas, paletas, chuleteros.
o Categoría 4: Panceta entera o o cortada.
o Categoría 5: Panceta entera son piel ni costillas.
o Categoría 6: Trozos de despiece.
o Categoría 7: Tocino son o sin piel.
- Las solicitudes podrán ser por 90, 120 0 150 días.
- Cada solicitud solo podrá ser presentada para una categoría.
- Cantidad mínimo de 10 toneladas para productos deshuesados y 15 toneladas para otros productos.
- Se podrá retirar productos sin cumplir el plazo establecido sin penalización en el caso de haber pasado 60 días desde su almacenamiento y su destino sea un país tercero.
- La ayuda por categoría y periodo oscila entre 168 euros/tonelada para la categoría 7 a 90 días y los 364 euros/tonelada de la categoría 3 a 150 días.
A fecha de 20 de enero se han presentado solicitudes de almacenamiento por una totalidad de 89.841 toneladas destacando la categoría 3, que representa el 53,6% de lo congelado. Igualmente es interesante que este almacenamiento es la primera vez que permite congelas grasas y hasta el momento se han solicitado autorizaciones para 8.714 toneladas que representa el 9,7%. En lo que se refiere a periodo, lo más demandado está siendo a 90 días con un 67,1% de las solicitudes, siento del 8% y del 24,9% para 120 y 150 días, respectivamente.
Por países, Alemania ha presentado el 29,1% de las solicitudes, seguido por España con el 21,6%, Dinamarca con el 13% y Holanda con el 12%