La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, anunció el domingo 2 de octubre que antes de que finalice el próximo mes de marzo de 2017 activará el protocolo del artículo 50 del Tratado de Lisboa para iniciar las negociaciones que den lugar a la desconexión de su país de la Unión Europea.
A partir de entonces, se abrirá un periodo de negociaciones difíciles con la Comisión Europea, que podrían durar hasta la primavera de 2019, para ver en qué condiciones se produce el desenganche de los británicos (Brexit) del club comunitario, al que han pertenecido con muchas reticencias durante todos estos años.
Nadie conoce a ciencia cierta qué puede deparar la salida de este país, porque no se ha producido nunca nada parecido una vez que se ha estado dentro, ni siquiera cuando Grecia estuvo a punto de dar también ese paso hace poco tiempo, como se dijo. Nadie sabe cuánto frío o calor hace fuera de la UE, ni qué problemas o beneficios sociales o económicos traerá consigo este divorcio para cada una de las partes, puesto que hay opiniones para todos los gustos.
Se desconoce si la UE permitirá que Reino Unido siga disfrutando en mayor o menor medida de las ventajas comerciales de pertenecer a un Mercado Único, pasando a formar parte como país, una vez que abandone la UE, del Espacio Económico Europeo (EEE), como Noruega o Islandia, con exclusión de cualquier atisbo de política social común, o si tendrá una relación económica especial, bilateral, como Suiza, o si finalmente se le impondrán las tesis más duras y pasará a ser un país tercero más, aunque dentro de la Organización Mundial de Comercio (OMC) como, por ejemplo, Rusia o China, que también están ahí. Y lo mismo se tendrá que constatar para el club comunitario de los 27 en sus relaciones comerciales con el Reino Unido.
Todo eso habrá que analizarlo según vaya pasando y según vayan desarrollándose las negociaciones de esta separación. No hay que descartar en su totalidad que este proceso pueda revertirse con un nuevo referéndum o una nueva negociación política. Esto último no es algo que se esté diciendo en público, como parece lógico, o que vaya a poner sobre la mesa de la futura negociación. Lo único constatable es que el Reino Unido ha ratificado su idea de dejar la UE, a pesar de que casi la mitad de su población está en contra, y que la UE está ya tomando algunas iniciativas para emprender su propio camino con los 27 Estados que permanecen en el club comunitario y se está empezando a acostumbrar a nivel político e institucional de la ausencia de los británicos.
En el plano comercial, el Ministerio de Agricultura presentó un pequeño informe, realizado sobre la base de las informaciones de Aduanas y de la Secretaría de Estado de Comercio, acerca de cómo está el comercio exterior agroalimentario de España con el Reino Unido y viceversa, aunque limitándose solo a una descripción estadística, sin entrar a analizar y mucho menos a valorar qué es lo que puede pasar cuando la salida del Reino Unido sea una realidad, si tendrán que aplicarse nuevas tasas arancelarias, si habrá trabas aduaneras adicionales o qué.
En 2015, las exportaciones agroalimentarias españoles al mercado británico representaron el 11,2% del total de los envíos españoles a la Unión Europea y el 8,4% si se consideran las exportaciones de estos productos a todo el mundo. Este porcentaje sitúa al Reino Unido como quinto destino de los productos españoles por detrás de Francia, Alemania, Italia y Portugal.
Más exportaciones
En valor, las exportaciones españolas se elevaron durante el año pasado a 3.700 millones de euros, con un aumento del 11,3% sobre 2014, por el envío de 2.706.455 toneladas de alimentos y bebidas, un 1,1% más, mientras que lo que vino del Reino Unido hacia el mercado español tuvo un coste de 1.233,3 millones de euros, un 8,3% más, para 1.376.491 toneladas (+11,4%). El saldo comercial exterior fue ampliamente favorable en 2.465,70 millones de euros para España, con un incremento de un 12,9% entre un año y otro, siguiendo la tendencia positiva de los últimos años.
Durante el primer semestre del presente año, España exportó al mercado británico por valor de 2.083 millones de euros para un total de 1.458.312 toneladas de alimentos y bebidas e importó por valor de 686,33 millones de euros y 1.369.260 toneladas en volumen, con un saldo positivo de 1.397 millones de euros.
Reino Unido es el quinto destino de las exportaciones españoles de alimentos y bebidas, con una cuota comercial del 8%, por detrás de Francia (17%), Alemania (12%), Italia (11%) y Portugal (8%) y por delante de Países Bajos (5%), mientras que para Reino Unido España, con una cuota del 6%) es el quinto país exportador de estos productos hacia su mercado, por detrás de Países Bajos (13%), Irlanda (10%), Francia (9%), Alemania (9%) y por delante de Italia (5%).
Los cinco productos más exportados a Reino Unido en 2015 aumentaron el valor de las exportaciones respecto al año anterior. La partida “vino” supuso el 12,8% del total de las exportaciones españolas, con un valor de 342,26 millones de euros.
Los frutos rojos, mas el kiwi y caqui, representaron el 7,5% del total exportado por nuestro país al mercado británico y, además, es el grupo de productos que más aumentó sus ventas, con 277 millones de euros, un 40% más. Un 21,6% de todas las exportaciones españolas de frutos rojos (fresones, arándanos, moras) se dirigieron hacia Reino Unido.
Los cítricos, que representan el 8,5% del total de las ventas a ese mercado, aumentaron en 2015 un 2,5% en valor, sumando casi 277 millones de euros también, y “las demás hortalizas frescas”, con un peso del 11,4% del total, incrementaron un 18,5% su valor exportado, con 186,5 millones de euros, mientras que el tomate, con una cuota del 15,2% elevó igualmente su valor un 7,5% durante el año pasado, hasta 145,8 millones de euros.
En el análisis de los cinco productos más importados desde Reino Unido, el producto con más valor de importación con gran diferencia fue el de “bebidas espirituosas”, a pesar de que viene registrando descensos en los últimos años. Desde 2013, este producto ha perdido un 26,9%, mientras que en cuota ha pasado del 40,1% en ese año al 32,5% en 2014 y al 30,1% en 2015, cuando se importó por valor de 271,5 millones de euros.
La partida “trigo” aumentó un 317,1% en valor desde 2013, contando con un peso del 7,3% del total, con un valor de importación de 79,5 millones de euros. El pescado fresco disminuyó un 0,5% con respecto a 2014, hasta casi 70 millones de euros, representando el 7,2% de la cuota de importación. Los crustáceos bajaron un 3,4% su valor, con 71,3 millones, y perdieron un 0,8% de su cuota, pasando del 6,5% de 2014 al 5,7% en 2015. La cebada creció un 72% en valor, con una importación de 53,6 millones de euros sobre 2014, aunque su importación es muy variable, mucho más que el trigo, en función de lo que alcance la cosecha nacional.
Los productos con una cuota de exportación más afianzada son las frutas y aunque en el último año ha descendido para cítricos, también por la menor cosecha española, ésta sigue siendo alta, puesto que un 40,3% de las importaciones del Reino Unido de esta partida tuvieron como procedencia España.
Los frutos rojos, kiwis y caquis son los que más han crecido, hasta un 43,5%, siendo ambos datos una demostración de la fuerte dependencia que tienen estos productos españoles de Reino Unido o viceversa, la fuerte dependencia de Reino Unido de las producciones españolas.
Entre los productos más importados por España, Reino Unido tiene fuerte dependencia del mercado español para sus exportaciones de trigo, especialmente, aunque descendió en 2015 respecto a 2014, y para los crustáceos, aunque el producto para el más creció el mercado español como destino fue la cebada, puesto que el 19% de las exportaciones que realizó el país británico de este producto tuvieron como destino el mercado español.
En el primer semestre de 2016, el informe del Magrama observa cambios respecto al año 2015 en la cesta de productos exportados a Reino Unido, quizás debido a la estacionalidad de algunos productos. El vino, por ejemplo, ocupa la tercera posición, mientras que lideraba el ranking de exportaciones en 2015, mientras que en hortalizas se aprecian variaciones, pues la campaña para algunos productos se inicia en los sucesivos meses, al igual que ocurre con los productos importados desde Reino Unido, donde no hay cambios en los productos, pero sí en la posición que ocupan los mismos en el ranking de los principales.
En frutas, los primeros
El informe del Ministerio de Agricultura dedica un apartado a las exportaciones de frutas (TARIC 08) de España a Reino Unido, que alcanzaron en 2015 un valor de 958,14 millones de euros, con un incremento del 17,8% con respecto al año anterior y del 15% en 2014 sobre 2013, tras una tendencia de constante aumento en los últimos años. España encuentra en Reino Unido un mercado afianzado y creciente para el sector frutícola (frutos rojos, cítricos, kiwis y caquis, frutas de hueso, uvas y pasas).
En 2015, el 16,6% de las importaciones de fruta que realizó Reino Unido provenían de España, siendo nuestro país el primer abastecedor en el ranking de importadores. Por subgrupos, destacó la partida 0810 (frutos rojos, kiwis y caquis), que se situó ligeramente por delante de los cítricos (276,71 millones de euros), como primer producto exportado, con un valor de 276,85 millones de euros y un aumento del 40% respecto a 2014 y de un 25,2% en ese año con respecto a 2013. El resto de productos de este grupo también aumentó en valor en el periodo analizado, aunque con ascensos no tan destacados, con 119,14 millones facturados en las frutas de hueso y 117,65 millones en uvas y pasas.
Los precios medios de exportación (€/kg) de las frutas a Reino Unido se situaron en 2015 por encima de los precios medios de exportación de España al resto del mundo. En el caso de este grupo, el precio percibió para el Reino Unido fue de 0,34 €/kg, por encima del precio medio para el resto del mundo. En los subproductos, el que presenta mayor diferencia es el de Frutos rojos, kiwis y caquis, que se situó el pasado año en 1,9 €/kg por encima del precio medio de exportación al resto del mundo, hasta alcanzar un nivel de 4,04 €/kg; los cítricos se situaron en 0,85 €/kg; las frutas de hueso en 1,19 €/kg; las uvas y pasas, en 2,41 €/kg y el resto de frutas en 1,38 €/kilo.
El análisis del Ministerio de Agricultura incluye un pequeño inciso, con una escueta valoración de la situación económica y política del Reino Unido, en el contexto del Brexit, realizado por la Compañía Estatal de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE), en el que se constata que la salida del Reino Unido de la UE puede ocasionar trabas adicionales a la libre circulación de bienes y servicios para los productos europeos, entre ellos los agroalimentarios y, desde el lado del Reino Unido, podría implicar la pérdida de acceso a los acuerdos comerciales, lo que obligará a las autoridades a renegociar para que sus empresas no pierdan mercados.
A corto plazo, se espera un descenso de la demanda agregada total y una posible relocalización de empresas en una situación económica de gran incertidumbre, aunque la situación política sea muy estable.