El sector de vacuno de carne español lo integran dos subsectores diferenciados, pero complementarios entre sí: el de nodrizas o productoras de terneros (pueden ser de aptitud láctea o cárnica), y el dedicado al cebo, encargado de alimentar a esos terneros.
Para centrar el análisis, podemos comenzar destacando que el bovino representa en España el 14,89% de su Producción Total Ganadera, según datos de este mismo año de la subdirección general de Productos Ganaderos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama). En importancia económica solo es superado por el líder indiscutible, el porcino (36,76%), y el sector avícola (15,36%), que ocupa el segundo lugar. El pasado año su producción generó 2.399 millones de euros, creando 1,1 Unidades de Trabajo Anual (UTA) por explotación, o lo que es lo mismo, un total de 169.094 UTA en todo el país.
El cuadro de evolución del censo de cabezas de ganado vacuno refleja una subida constante desde 2013 hasta el primer trimestre de 2015: se pasó de 5.688.000 cabezas a 6.082.516, lejos todavía del récord de 2004, cuando se contabilizaban 6.652.000 animales. En el conjunto de Europa, el crecimiento comenzó en 2011: de 86.231.000 cabezas a las 88.319.000 actuales. Francia encabeza esta lista con un 21,8% del total del censo comunitario, seguido por Alemania, Reino Unido, Irlanda e Italia. España es el quinto país en cabaña.
Según el Registro General de Explotaciones Ganaderas (enero 2015), Castilla y León (21%) y Galicia (16%) lideran destacadas el censo total español. El caso castellanoleonés es digno de mención, pues experimentó un crecimiento de 71.000 cabezas en los últimos años.
El número de explotaciones en nuestro país dedicadas a la cría y producción de vacuno alcanzaba este mes de abril la cifra de 152.445, 2.000 menos que en enero de 2014, y muy alejada de las 221.620 explotaciones registradas en 2006, antes de la crisis económica.
La producción de carne de vacuno en España alcanzó el pasado año las 2.180.607 cabezas sacrificadas (577.264 t), números en descenso en los últimos años.
En cuanto a la distribución de la producción de carne de vacuno por comunidades autónomas, Cataluña lidera esta vez los porcentajes (20%), seguida de cerca por Castilla y León (18%) y Galicia (15%).
Comercio exterior
En lo referente al comercio exterior español de carne de vacuno, datos de AEAT arrojan cifras totales de importación en 2014 de 108.505 toneladas (93.780 t de la UE y 14.725 t de países terceros). Se trata de una subida del 3,04% con respecto a 2013. El valor total de los recibos fue de 557 millones de euros. Polonia, Alemania Países Bajos, Dinamarca Irlanda y Brasil fueron nuestros principales proveedores. Destaca la caída de los envíos procedentes de Francia (de 8.710 t en 2013 a 4.416 t en 2014).
Las exportaciones totales también experimentaron un ligerísimo crecimiento (+0,64%) con respecto a 2013 (de 126.173 a 126.979 toneladas), fruto sobre todo del incremento de los envíos a terceros países (+26,56%). El valor total de las exportaciones alcanzó los 462 millones de euros. Portugal, Francia e Italia siguen siendo los principales destinos intracomunitarios. Fuera de la UE, llama la atención el aumento de los envíos a países como Hong Kong, Argelia o Marruecos.
Consumo
El noviembre de 2014, el consumo total de carne fresca de vacuno es España era de 280.114 toneladas, un 6,68% menos que en el mismo mes del año anterior. Desde 2008, de hecho, se viene experimentando un descenso continuado. El consumo per cápita está por debajo de los 6 kg/habitante.
En definitiva, puede afirmarse que la progresiva liberalización de los mercados, las reformas en la regulación de las ayudas agrarias y el baile de precios en las materias primas han sido factores que han jugado un papel central en el discurrir del sector en los últimos tiempos. A pesar de ello, se está experimentando una cierta estabilización en cuanto a censos y producciones tras varios años de descensos. La tendencia, como apuntan desde el Magrama, es a la concentración y especialización de la producción, desapareciendo las unidades productivas más pequeñas.