La Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL) cuenta con más de 110 años de historia -existen pocas entidades ganaderas que puedan alcanzar esa cifra- y, entre sus asociados, se encuentran los ganaderos más representativos del campo bravo.
La actividad de la Entidad es muy intensa porque, además de la llevanza del Libro Genealógico, entre sus objetivos prioritarios se encuentran la defensa y la promoción del toro de lidia, máxime en un momento como el actual donde los movimientos anti taurinos están más radicalizados que nunca, y cuando existe una incertidumbre política que puede poner en peligro la Tauromaquia, y en consecuencia la supervivencia del toro de lidia y de la ganadería.
La historia de la ganadería brava cuenta con más de tres siglos de historia, cuando los criadores españoles iniciaron la selección del toro de lidia para las fiestas taurinas en el siglo XVIII. Estamos, por tanto, ante la raza bovina más antigua del mundo. Y además, el toro es considerado el emblema más representativo de nuestro país fuera de nuestras fronteras.
El toro de lidia es una obra perfecta de ingeniería genética, fruto de la labor de selección llevada a cabo por los ganaderos de bravo gracias a su intuición, esfuerzo y dedicación. Esta creación se ha tenido que ir adaptando progresivamente a la evolución de la Tauromaquia, lo que ha dado lugar a la incomparable diversidad genética, estructurada en variedades llamadas ‘encastes’.
Además de su importancia genética, el toro de lidia es el perfecto 'guardián de la dehesa ibérica', pues las más de 1.000 explotaciones ganaderas de lidia que existen en España se extienden por más de 500.000 hectáreas entre España y Portugal, y contribuye de forma extraordinaria a su conservación. Por su parte, la dehesa está considerada por la Unión Europea como espacio de Alto Valor Natural (AVN).
La crisis económica ha afectado al mundo del toro de lidia, igual que al resto de sectores, y aunque los censos han disminuido, son importantes las cifra. El total de animales (machos y hembras) registrados de todas las asociaciones supera los 211.885, alcanzádose las 87.824 reproductoras.
El ciclo de producción de un toro de lidia es muy largo, supera los cuatro años. Este hecho, junto a las complejas características de manejo, hacen que la cría del toro de lidia sea la cría animal más costosa que existe y que además está sujeta a riesgos e incertidumbres. Estudios realizados en la UCTL estiman un coste que oscila entre los 4.000-4.500 euros.
Respecto a la situación de la Tauromaquia, se está observando un incremento en la asistencia en esta temporada. Las cifras de 2014 indican que más de 17.000.000 personas asistieron a un festejo taurino y que se celebraron más de 18.153 festejos, el 86% concentrado en las comunidades de Valencia, Castilla y León, Castilla la Mancha, Navarra, Madrid y Aragón.
Los estudios económicos realizados por ANOET (Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos) precisan que los festejos taurinos proporcionaron el pasado año 45 millones de euros en concepto de IVA solo por la recaudación en las taquillas de las plazas. Este IVA es un 62,4% superior que el del cine español en 2014, teniendo en cuenta que el séptimo arte batió records de recaudación en taquilla.
Aunque estas cifras demuestran que la Tauromaquia es claramente el segundo espectáculo de masas en España, la actividad cultural que más ingresos reporta al Estado, además de ser declarado Patrimonio Cultural, el nuevo mapa político ha situado a la Fiesta como moneda de cambio para los partidos políticos. Por tanto, el principal peligro que tiene actualmente la ganadería de lidia es la inestabilidad político-social de la Tauromaquia y la imagen en la sociedad.
En este sentido, se está trabajando para construir una Tauromaquia fuerte, que además es nexo de unión con otros países donde se practica, como son Francia, Portugal, México, Colombia, Perú, etc., y que, como cultura que es, únicamente entiende de libertad y no de colores políticos.
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