Euroganadería

El tren de la repoblación rural no pasa dos veces

Ricardo Migueláñez. @Rmiguelanez

Muchos creen que ahora es el momento y que es ahora cuando llega un tren en el que deberíamos subirnos y no dejar pasar. Es ahora o, quizás, nunca (para muchos pequeños pueblos), como dejó entrever Tomás Guitarte, el diputado de Teruel Existe que el pasado 25 de mayo coordinó la presentación en el Congreso de los Diputados, en nombre de las más de 80 plataformas ciudadanas y entidades que conforman La Revuelta de la España Vaciada, de un “Modelo de Desarrollo para la España Vaciada”, con el que afrontar el reequilibrio territorial de forma ineludible y urgente.

Lo hizo pocos días después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una nueva operación de marketing político, acompañado de la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, se reuniera en Moncloa de forma presencial y telemática con un amplia representación municipal de alcaldes y diputados, y volviera a presentar las 130 medidas, que contarán con más de 10.000 millones de euros hasta 2023 incluido, para que los pequeños pueblos desplieguen sus estrategias de futuro, en línea con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno. Un plan que busca, por un lado, garantizar en el medio rural la igualdad de derechos, la adecuada prestación de servicios, la igualdad de género y la eliminación de brechas sociales y, por otro, generar oportunidades de emprendimiento e impulso de la actividad económica en los territorios con mayores dificultades para competir en los mercados globalizados.

También, en un acto celebrado el pasado 30 de mayo en Huesca, de cara a preparar este capítulo en el 40º Congreso del PSOE a celebrar este otoño, la ministra Ribera volvió a incidir en que “tenemos tres años por delante para dar un salto cualitativo, con el esfuerzo de todas las Administraciones, en las políticas destinadas al reto demográfico, basadas en oportunidades y derechos. Hay un desafío en términos de despoblación, envejecimiento y masculinización en las zonas rurales, y España no puede permitirse dar bandazos”, añadiendo que “se necesita un compromiso constante para revertir una situación que durante décadas muchas zonas de nuestro país han sufrido en silencio.”

Por si no fuera bastante, unos días antes, el 28 de mayo, la IV Feria Nacional para la Repoblación de la España Rural “Presura20”, organizada por el espacio de “coworking” El Hueco en Soria, fue el desembarco de toda la “crème” política, incluidos el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente del principal partido de la oposición, el PP de Pablo Casado, y de todo el elenco de instituciones y asociaciones relacionadas con el desarrollo rural.  El lema del evento de este año fue “Pero, ¿quién piensa de verdad en lo rural?” y la conclusión principal, el reclamo de una ruralidad de las leyes, es decir, de una legislación específica para el medio rural porque, como se comentó, “no existen pueblos sin futuro: existen pueblos sin proyectos.”

En el encuentro de este año se presentó el trabajo realizado por el G-100, un grupo de expertos en materias rurales, creado por El Hueco, con la idea de poner en marcha en España un “Mecanismo Rural de Garantía” (“Rural Proofing”), que ya funciona en otros países (Reino Unido, Canadá y Finlandia) y que serviría para revisar la actual legislación rural y garantizar que las nuevas leyes que se redacten y aprueben beneficien no solo a las urbes, sino también a los pueblos. O, en otros términos, que el medio rural sea considerado en cualquier toma de decisiones políticas.

El denominador común de este evento fue el factor digital y la necesidad de que la España rural no se quede atrás, ni rezagada en estos nuevos tiempos, puesto que “la digitalización conlleva descentralización y ésta es la gran oportunidad para el mundo rural”, como indicó Elena Pisonero, a la sazón, entre otras cosas, presidenta de la Fundación de la Maragatería.

Modelo de Desarrollo

A pesar de todo, seguramente el acto con mayor potencialidad y enjundia de todos ellos fue el que se llevó a cabo en el Congreso de los Diputados, con la presentación del “Modelo de Desarrollo de la España Vaciada”, un documento abierto, con 101 propuestas para intentar revertir el actual desequilibrio territorial y la despoblación del mundo rural y acabar con la brecha digital.

El documento, elaborado por personas y expertos de la España vaciada, que integra a 169 asociaciones de 28 provincias y que llevan ya un tiempo con los pies en el suelo de nuestros pueblos (“viven en ellos, quieren y comprenden estos territorios, sufren sus carencias y conocen sus recursos”), aborda desde esta perspectiva cuestiones como la necesidad de un pacto de Estado contra la despoblación (¿cuántas veces se ha hablado de esto?), apoyado por todas  fuerzas parlamentarias, y el Plan “100/30/30”, que asegure la conectividad a Internet de 100 megas simétricos en todo el territorio; garantice el acceso a servicios básicos, como educación o sanidad en desplazamientos de no más de 30 minutos, y una vía de alta capacidad a un máximo de 30 km de distancia de cualquier localidad.

Este modelo plantea también medidas para asentar la población desde el ámbito del bienestar, infraestructuras para vertebrar España y dar prioridad a la digitalización para acabar con la brecha digital; la necesidad de un plan urgente de vivienda en el medio rural; la puesta en valor del patrimonio natural y cultural, junto con la desconcentración de las Administraciones.

Exigen, en concreto, que la despoblación sea una cuestión de referencia para la Administración, un marco que impregne todas las políticas del Gobierno de España y de los Gobiernos autonómicos.

El Modelo de Desarrollo propuesto, como señaló su coordinador, Antonio Saz, del Movimiento Ciudadano “Teruel Existe”, es un trabajo cooperativo de 140 personas, con propuestas y medidas concretas, que buscan dar un giro de 180º a la tendencia de la despoblación y a la crisis funcional del medio rural y de las pequeñas ciudades. Se trata de un documento abierto a la recepción de nuevas propuestas y sugerencias, cuyo objetivo central sea cambiar la orientación práctica de la política territorial, con acciones a mantener en el tiempo, como la aplicación de una fiscalidad diferenciada en el medio rural, que dinamice su economía y cree empleo, o el diseño y puesta en marcha de mecanismos legales de garantía rural (“proofing rural”) para que todas las políticas, leyes y actos de las Administraciones públicas evalúen su impacto en el medio rural y corrijan sus posibles disfunciones.

Además, plantea la necesidad de una cohesión social y de un territorio vertebrado, mediante infraestructuras de transportes y de telecomunicaciones, con la implantación controlada de energías renovables que aporten desarrollo a los territorios, siendo prioritaria la ejecución de infraestructuras pendientes en las provincias despobladas, recuperando, por ejemplo, el ferrocarril convencional para que vertebre el país.

Espacio de oportunidades

También subraya la importancia del medio rural como un “espacio de oportunidades”, potenciando el sentimiento de pertenencia, la cohesión y el fortalecimiento de la comunidad, el arraigo al territorio para dinamizar la actividad económica y la vida social a través de iniciativas de innovación y de emprendimiento. Transmitiendo, también, de manera diferente la realidad y las ventajas que ofrecen las áreas rurales, fomentando el tratamiento de esta materia en las aulas y su imagen en los medios de comunicación.

En relación a la dinamización de los sectores productivos, los autores del Modelo de Desarrollo insisten en la modernización de la agricultura y la ganadería: “una de las claves para lograr una vertebración que asiente población en el medio rural es la explotación racional y sostenible de los recursos primarios. El desarrollo de un sector agrario respetuoso con el medio y que sea generador de valor; el cuidado y la limpieza de los bosques; la utilización responsable de los recursos hídricos, y la gestión eficiente de los recursos para lograr un efecto dinamizador, que atraiga a la población y preserve los recursos del medio rural como garante del equilibrio medioambiental de todo el territorio.”

Se destaca también lo imprescindible que es una buena dotación de servicios básicos en las zonas escasamente pobladas para garantizar el mantenimiento y la atracción de la población: “vivir en un pueblo no puede implicar tener que renunciar a unos servicios de calidad, ya sean educativos, sanitarios, sociales, de ocio, infraestructura comercial básica y seguridad, siendo un derecho de todos los ciudadanos con independencia de dónde residan”.

Asuntos específicos que se consideran irrenunciables por su importancia en este Modelo de Desarrollo son, igualmente, la necesidad de una Estrategia de Mayores en Casa, como opción prioritaria en el modelo de atención asistencial de las personas mayores en el medio rural; un servicio sanitario que cuente con medios y personal adecuados; un transporte sanitario que garantice la asistencia sanitaria urgente en una isócrona de 30 minutos, con ambulancias de Soporte Vital Avanzado (SVA) y Soporte Vital Básico (SVB); una educación adaptada al medio rural, el compromiso de la Universidad con las áreas despobladas; el fortalecimiento de los servicios culturales, y la protección del patrimonio.

No quedarnos en la palabra

Para concluir, Tomás Guitarte, anfitrión de la plataforma de la España Vaciada en la presentación del Modelo de Desarrollo en el Congreso de los Diputados, señaló que “las consecuencias y los efectos de la despoblación no son sino las consecuencias de un modelo de desarrollo equivocado. Si queremos cambiarlo de verdad, tendremos que corregirlo. No podemos quedarnos en la palabra.”

Así, “si queremos subsanar los déficits históricos en infraestructuras, se debe priorizar la ejecución de las mismas allí donde no se han llegado a hacer las que estaban programadas, rompiendo con inercias por parte de los Ministerios que van en contra de la solución del desequilibrio territorial.”

Para Guitarte, “no podemos anunciar que queremos solucionar este problema (despoblación del territorio) y actuar de manera distinta. Si se quiere generar empleo, la nueva industria que se tiene que crear por la transición ecológica o por los efectos de la pandemia, debe ubicarse en las zonas despobladas, en las zonas que lo necesitan. Si queremos de verdad que el Estado desconcentra la Administración, eso debe hacerse ya. No pregonar y hacerlo mínimamente.”

Según el diputado turolense, “el principio de igualdad y el principio de desarrollo equilibrado, que consagra la Constitución, deben cumplirse estrictamente”, pues hasta ahora el desarrollo implantado ha llevado a un modelo territorial que pone unos territorios al servicio de otros. Para concluir que “la España Vaciada ha venido trabajando muy en serio desde hace dos años y su exigencia va muy en serio. Vamos muy en serio y la determinación de las plataformas es hacer todo aquello que haya que hacer para que este problema se empiece a solucionar.”

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