El sector apícola español es uno de los principales de la Unión Europea, aunque se ve afectado, como en el resto de países productores, por la política comunitaria de importaciones de mieles de países terceros de cuestionable calidad, sobre todo de China; por la falta de un etiquetado adecuado que diferencie al producto comunitario y de cada país del de países terceros, satisfaciendo al productor e informando correctamente al consumidor, así como por la posible incidencia del uso de ciertos fitosanitarios (neonicotinoides) en agricultura y por las diversas enfermedades de la cabaña, que estarían afectando a la evolución de dicha actividad.
No obstante, de acuerdo al último informe de indicadores del sector apícola español, publicado recientemente por el Ministerio de Agricultura, el número de explotaciones de este pequeño sector continuó aumentando el pasado año, elevándose a 30.920, según el Registro General de Explotaciones Ganaderas (REGA), con datos actualizados a 1 de enero de 2017. Se trata de un 12,1% más que en 2015 (27.589), continuando la tendencia al alza de los últimos años (en 2007, por ejemplo, había 23.961, de las que 16.119 eran no profesionales, 5.066 eran profesionales, 2.777 de capacidad productiva desconocida).
Atendiendo a su capacidad productiva, más de tres cuartas partes (76,1%) de estas explotaciones son no profesionales, con 23.540, frente a las 20.940 de abril de 2016, mientras que las profesionales se elevan a 5.443 (17,6%), frente a las 5.046 de un año antes y las de de capacidad desconocida a 1.937 (6,3%), frente a las 1.593 de 2015.
Según su sistema productivo, más de la mitad (57,5%) de las explotaciones apícolas eran estantes, frente a las 16.139 de un año antes) y el 42,5% restante, con 12.263, trashumante, frente a las 10.487 de 2015. Por ejemplo, en 2007, de las 23.961 explotaciones contabilizadas por el REGA, 13.625 eran estantes y 6.404, trashumantes).
Por comunidades autónomas, Castilla y León concentró en 2016 un 17,6% del total de las explotaciones apícolas, con 5.446, seguido de Andalucía, un 15,9%, con 4.902; Galicia, un 12,9%, con 3.997; Comunidad Valenciana, un 7,3%, con 2.256; Castilla-La Mancha, un 7% y 2.158; Cataluña, un 6,2% y 1.907; Asturias, un 5,6% y 1.731; Aragón; un 5,1% y 1.577; Extremadura, un 5% y 1.549; Canarias, un 4,8% y 1.488; País Vasco, un 3,4% y 1.499 y las CC.AA. restantes otro 9,2% y 2.859 explotaciones.
Por clasificación zootécnica, cerca de dos terceras partes (63% del total) eran explotaciones productoras de productos apícolas (miel, polen, jalea real…), con 19.494; otro 27,3% eran explotaciones mixtas, con 8,449; otras 392 eran de polinización; 53 de selección y cría apícola; 197 sin determinar y otras 2.326 sin clasificar.
Censo europeo
El censo de la UE-28 de colmenas en el periodo 2014-2016 se compone de 15,7 millones de colmenas, de las que un 15,66% se concentran en nuestro país, que contaba en estos años con 2.459.292, por delante de Francia (10,42% y 1.636.000 colmenas), Grecia (10,09% y 1.584.206); Rumania (9,87% y 1.550.000); Italia (8,38% y 1.316.774); Polonia (8,16% y 1.280.693); Hungría (6,93% y 1.088.590); Alemania (4,53% y 711.299), etcétera.
España es el país con más colmenas dirigidas por profesionales, con un 80% de su censo total y 1.967.433), seguido de Grecia, con un 79,88% y 1.265.476); Italia, con un 70,93% y 934.018; Francia (46% y 752.560); Portugal (38,2%), Hungría (24,4%), Rumania (16,2%), etc. En la UE-28, un casi un 40,5% del número total de colmenas son explotadas por apicultores profesionales.
Por número total de apicultores, la UE-28 contaba con 631.236 en el periodo 2014-2016, de los que solo un 5,2% y 32.829 eran profesionales. Alemania contaba con un 15,57% del total y 98.297, seguido de Francia, con un 11,88% y 75.000; Polonia (8,2% y 51.778); Italia (7,92% y 50.000); República Checa (7,63% y 48.132); Reino Unido (6,95% y 43.900); Austria (3,98% y 25.099); España (3,72% y 23.473); Grecia (3,33% y 21.031); Hungría (3,23% y 20.410), etcétera.
Grecia era en este periodo el país con mayor porcentaje de apicultores profesionales tenía sobre el total, con un 39,53% y 8.313, seguido de España (22,51% y 5.284); Chipre (11,22% y 62); Italia (10,71% y 5.357); Hungría (6,25% y 1.276); Dinamarca (5,81% y 291), etcétera.
Producción de miel y cera
La producción española de miel disminuyó ligeramente un 4,08% en 2016 en relación al año precedente, según los datos provisionales del Ministerio de Agricultura, mientras que la de cera disminuyó un 3,8%, siendo de 1.734 toneladas (1.802 tm en 2015).
Según la distribución por CC. AA. de 2015, Extremadura es con un 19,7% la primera productora de miel, con 6.584 toneladas, seguida de la C. Valenciana, con un 19,6% y 6.551 tm; Andalucía, con un 18,2% y 6.090 tm; Castilla y León (14,5% y 4.842 tm; Cataluña (7,1% y 2.381 tm); Castilla-La Mancha (5,9% y 1.972 tm); Galicia (4,5% y 1.506 tm) Aragón (32% y 1.004 tm), etc. mientras que la producción de cera se concentra en casi una cuarta parte (24,6%) en la C. Valenciana, con 444 toneladas, seguido de Extremadura (22% y 396 tm); Andalucía (17,9% y 323 tm); Castilla y León (10,7% y 193 tm); Aragón (8,3% y 150 tm), etcétera.
De acuerdo a la serie histórica 1995-2016 de producción de miel y cera en España, el año 2003 habría sido el de mayor producción de miel, con 35.279 tm, seguido del de 2011 (34.624 t) y de 2010 (34.550 tm), el que menos 1995, con apenas 19.274 toneladas. En cera, el mejor año fue 2004, con 2.013 toneladas, seguido de los años 2000 (20.047 tm), 2003 (1.890 tm) y 2015 (1.802 tm). El de menor producción fue 1995, con apenas 695 toneladas.
Comercio exterior
Durante el pasado año, España importó 29.010 toneladas de miel, un 5,7% y 1.754 toneladas menos que en el año anterior y exportó 26.913 toneladas, un 10,9% y 3.295 toneladas menos que entonces. De todo lo importado, un 44,7% y 12.967 tm se compraron en otros países de la Unión Europea, mientras que 55,3% restante y 16.043 tm procedió de países terceros. De todo lo exportado, un 77,4% fue a parar a otros países comunitarios y el 22,6% restante y 6.082 tm se destinó a países terceros.
Desde el 2004, el año que más se importó miel desde otros países UE fue el pasado, con 12.967 toneladas y el peor 2015, con 3.155 toneladas. En cuando a lo que vendimos a los países de la UE, el mejor año fue 2015, con 26.099 tm y el peor 2005, con 8.828 toneladas. En el comercio extracomunitaria, el año en que más miel se importó desde países terceros fue 2015, con 22.356 tm, mientras que el que menos fue 2007, con 8.321 toneladas. En la exportación, el pasado año fue el que más se vendió en países terceros, con 6.082 tm y el el más flojo 2004, con apenas 1.048 toneladas.
Francia fue el país de la UE que más miel nos compró en 2016, con un 36,9% del total exportado hacia al mercado comunitario, con 7.678 toneladas, seguido de Alemania, con un 20,8% y 4.343 tm; Italia (11,6% y 2.408 tm); Portugal (9% y 1.885 tm); Reino Unido (8,3% y 1.739 tm); Austria (2,8% y 590 tm); Irlanda (2% y 416 tm), etcétera.
En cuanto a las importaciones extracomunitarias, China concentró casi la mitad (49,7%) de todas las compras de miel en países terceros, con 7.975 toneladas, aunque lejos del 79,8% (17.847 tm) importadas en 2015. En cambio, aumentó la presencia de mieles de otros orígenes, como Argentina (21,3% y 3.410 tm); Uruguay (12,2% y 1.955 tm), y Ucrania (8,9% y 1.424 tm), bajando la de México (2,3% y 363 toneladas).
Durante 2016, la Unión Europea importó un total de 194.378 toneladas de miel natural, con un descenso del 1,6% respecto al año anterior. El año en que más importó según la serie histórica 2004-2016 fue precisamente 2015, con un total de 197.528 tm y el que menos 2007, con 137.216 toneladas.
Alemania fue el primer país importador de la UE, con 56.056 toneladas (28,8% del total), seguido de Reino Unido, con 35.076 tm (18,0%); Bélgica (24.146 tm y un 12,4%); Polonia (20.406 tm y un 10,5%); España (16.043 tm y un 8,3%); Italia (9.566 tm y un 4,9%); Holanda (7.530 tm y un 3,9%); Francia (7.235 tm y un 3,7%), etcétera.
Las mayores importaciones de miel argentina fueron en el año 2005, con 7.238 toneladas, mientras que el récord de la miel china fue en 2015 (17.847 tm), importando más de 10.000 tm anuales desde 2010. Uruguay marcó un récord exportador hacia España en el pasado año, con 1.955 tm, mientras que el de México se alcanzó en 2015, con 1.076 toneladas.
Durante 2016, la UE exportó a países terceros 21.552 toneladas de miel natural, un 21,3% y 3.790 toneladas más que un año antes, siendo el ejercicio más exportador de la serie histórica 2004-2016, mientras que el que menos fue precisamente 2004, con 5.555 toneladas.
Arabia Saudí fue el primer destino de las mieles europeas, con un 13,6% del total y 3.060 tm, seguido de Suiza (13,1% y 2.945 tm); Japón (12,4% y 2.787 tm); Estados Unidos (10,6% y 2.374 tm); Israel (5,7% y 1.288 tm); Argelia (4,4% y 994 tm); Marruecos (3,1% y 686 tm), etcétera.
Los principales países exportadores hacia el mercado extracomunitario fueron Alemania (29% y 6.251 tm), seguido muy de cerca por España (28,2% y 6.082 tm); Francia (7,4% y 1.604 tm); Hungría (7,3% y 1.573 tm); Rumania (4,8% y 1.028 tm); Austria (4,7% y 1.003 tm); Italia (4,3% y 936 tm) y el resto de la UE (14,3% y 3.075 tm).
La relación importación/exportación fue claramente favorablemente en nueve veces a lo que la UE adquirió del exterior comunitario. China fue el primer país tercero con más envíos de miel a la UE, con un 38,6% del total en 2016 y 75.124 toneladas, seguido de Ucrania, con 18,9% y 36.742 tm; Argentina (14,4% y 28.061 tm); México (10,3% y 20.058 tm); Chile (3,5% y 6.802 tm); Uruguay (2,9% y 5.566 tm); Cuba (2,6% y 5.109 tm); Brasil (1,5% y 2.856 tm); Nueva Zelanda (0,9% y 1.792 tm) y resto del mundo (5,6% y 10.919 tm).
Autoabastecimiento
España es habitualmente deficitaria de producción de miel en relación a su consumo interno. En el pasado año, frente a una producción utilizable estimada de 32.076 toneladas, su consumo interno fue de 34.107 tm, a razón de 0,7 kg “per capita”. En otros términos, la producción nacional solo fue capaz de cubrir un 93,9% de la utilización o consumo interior. Las exportaciones, además, fueron claramente inferiores, con 26.916 tm, a las importaciones (29.010 toneladas).
Desde 2004, solo hubo una serie de años en el que la producción nacional fue suficiente para abastecer el consumo de nuestro país. En 2007, el grado o porcentaje de autoabastecimiento fue del 111,5%; en 2009, del 102,4%; en 2010 (112,2%) y en 2014 (105,7%). En el resto de años, la producción se situó por debajo del consumo interno, no llegando al autoabastecimiento, sobre todo en los años 2006 (82,7%) y 2005 (84,2%).